Tuesday, June 8, 2010

Un Corazón Agradecido


¨ ¿No son diez los que han quedado limpios? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviera y diera gloria a Dios sino este extranjero?¨ Lucas 17:17-18
Una de las primeras lecciones que aprendí de niño por parte de mi madre fue siempre decir gracias cuando alguien me regalaba algo o me hacia algún favor. Es muy importante mantener un corazón agradecido en todo tiempo y enfocarnos en las cosas buenas que suceden en nuestras vidas. Muchas veces no vemos las cosas positivas porque nos enfocamos en los aspectos negativos y nos olvidamos de ser agradecido por todo lo bueno que nos ha acontecido. Esta misma enseñanza se aplica en el mundo espiritual. Estamos tan preocupados por los problemas que atravesamos que cuando oramos nos olvidamos de agradecerle a Dios por todos sus milagros en nuestras vidas y solo nos acercamos a Él para pedirle algún favor. Siempre estamos pidiendo cosas o buscando soluciones a nuestros problemas pero cuando nuestras oraciones son contestadas nos olvidamos de agradecerle a Dios por escucharnos. Oramos por salud para algún familiar o amigo, oramos para que Dios nos dé un nuevo trabajo, nos suba el sueldo, nos ayude en los estudios, y cuando Dios nos contesta envés de estar agradecido nos olvidamos de El o nos acercamos a pedir alguna otra cosa.
Lucas nos cuenta que un día mientras Jesús caminaba hacia Jerusalén se encontró con 10 leprosos que a la distancia lo llamaron y le pidieron que los sanara. Jesús al oír su petición les dijo que vayan a ver al sacerdote y mientras ellos iban en camino a verlo fueron sanos. Los 10 leprosos recibieron sanidad, pero solo uno decidió volver y agradecerle a Dios por el milagro que había sucedido. Jesús pregunto qué había pasado con los otros nueve y porque ninguno de ellos había regresado a agradecerle. Quizá estaban tan alegres por haber sido sanos que se olvidaron de quien los sano, decidieron volver a ver a sus familias y abrazarlos después de tanto tiempo de estar lejos de ellos y sin poder tocarlos. Jesús iba a entender que ellos necesitaban estar con sus familias después de tanto tiempo, pero la verdad es que solo uno regreso con un corazón agradecido y Jesús pregunto por los otros nueve ya que esperaba que regresen agradecidos.
Lo mismo sucede hoy en día en nuestras vidas. Muchas veces Dios contesta nuestras oraciones y nos olvidamos de tomarnos un tiempo en volver y agradecerle a El por el milagro que ha hecho en nuestras vidas. A veces creemos que como ya hemos sido escuchado no necesitamos continuar orando o sirviendo a Dios. Tantos han pasado por la iglesia recibiendo el perdón de Dios y la mayoría se ha alejado a las pocas semanas porque no han sabido mantener un corazón agradecido para con Dios y se han enfocado en sus propios problemas. Venimos desesperados ante Dios para que cambie nuestra situación y cuando ya hemos recibido lo que buscábamos nos olvidamos de Él y continuamos siguiendo nuestras propias metas y viviendo para nosotros mismos. Es importante ser como el leproso agradecido que regreso a Jesús para agradecerle antes de volver a ver a su familia o amigos. El supo poner a Dios en primer lugar en su vida y Jesús lo uso de ejemplo.
¨Jehová es mi fortaleza y escudo, en él confió mi corazón y fui ayudado, por lo que se gozo mi corazón. Con mi cantico lo alabaré.¨ Salmos 28:7

Wednesday, June 2, 2010

El Pecado de Saúl Versus el Pecado de David

¨Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre.¨ 1 Reyes 15:11 ¨E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, pues nos siguió cumplidamente a Jehová, como
su padre David¨ 1 Reyes 11:6

Todos los reyes de Israel fueron comparados siempre con el reinado de David. Los reyes buenos tenían el corazón como el de David, y los malos no lo tenían. David no fue el primer Rey de Israel, pero aun así siempre fue el punto de comparación con el resto. Saúl fue el primer Rey de Israel pero debido a su pecado, Dios le quito el trono a él y a su descendencia. Todos sabemos que David no fue un Rey perfecto, también cometió errores y peco contra Dios, pero en cambio Dios lo mantuvo a él y a su descendencia en el trono (inclusive Jesús es del linaje de David por lo cual su descendencia continua reinando eternamente como lo prometió Dios). Esto me llevo a preguntarme ¿cuál fue la diferencia entre el pecado de Saúl y el de David? y ¿por qué Dios perdono a uno y al otro no? Inclusive si ambos reyes fueran juzgados por un juez humano, a David se lo castigaría más severamente por su crimen que a Saúl. Pero la verdad es que Dios no mira con ojos humanos, sino que él ve el corazón.

Saúl había sido escogido por Dios para ser el primer Rey de Israel. El salía vencedor de cualquier guerra porque Jehová estaba con él, pero cuando pelearon contra el pueblo de Amalec, Saúl desobedeció la orden de Dios que le había pedido que no se apiade del pueblo y que destruya todo. A pesar de ganar la guerra el rey decidió no destruir todo y se quedo con las mejores cosas para ofrecérselas como sacrificio a Jehová. Saúl creía que había hecho lo recto delante de los ojos de Dios. Hizo lo que él creía que estaba bien envés de haber escuchado la voluntad de Dios. Cuando David llego al trono, Jehová también estaba con él y le daba la victoria adonde él iba. Un día envés de ir a la guerra David decidió quedarse en su casa descansando y desde el balcón vio a una bella mujer llamada Betsabe. David la tomo para sí a pesar de que ella estaba casada y cuando quedo embarazada tuvo temor de lo que diría el marido así que lo puso al frente de la guerra donde murió.

A simple vista el pecado de David parecería mayor que el de Saúl, pero la verdad es que cualquier pecado nos separa de Dios. La diferencia fue que David tuvo un arrepentimiento sincero. Dios vio el corazón de David y sabía que estaba completamente quebrantado por lo que hizo. No tanto así Saúl que intento justificar su pecado. Lo mismo sucede en nuestras vidas, no debemos comparar nuestras vidas con las de los demás. Debemos reconocer nuestro propio pecado y buscar el perdón de Dios sin intentar justificar lo que hemos hecho o comparar nuestras vidas con las de los otros. David tuvo un arrepentimiento sincero y busco el perdón de Dios sin justificar sus acciones. Dios conocía el corazón de David y por eso lo comparo siempre con el resto de los reyes diciendo que nadie tuvo un corazón perfecto como el de David.

http://estebueno2.blogspot.com/