¨Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano y colmas de bendición a todo ser viviente.¨ Salmos 145:14-16
Hoy analizaremos los salmos 140 al 145 los cuales fueron todos escritos por David. Ya hemos visto las diferentes tribulaciones que tuvo que pasar el rey, pero también hemos visto como en cada aflicción la mano de Dios estuvo con él para librarlo. David siempre confió en Dios y sabía que Él lo iba a librar de todos sus problemas. David tenía un corazón conforme al de Dios y no había circunstancia que pudiera debilitar su fe. Al contrario, las aflicciones parecieron acercar al rey a Dios aún más. Si nos ponemos a analizar la historia de David podemos ver como su gran caída vino justamente en un momento donde su corazón estaba tranquilo y en descanso. Fue allí cuando David fue tentado y cayó en pecado. En cambio siempre que se encontraba perseguido o afligido, su corazón encontraba paz en Dios el cual lo libraba vez tras vez de sus enemigos. David encontraba la paz que su alma tanto anhelaba durante estos momentos difíciles de su vida, y la mayoría de los salmos que él escribió fueron durante este tiempo de turbulencia que enfrentaba. Los salmos 140 al 144 son todos salmos de suplicas y oraciones que David le hace a Dios para ser librado de sus enemigos y de todo mal. El salmo 145 en cambio es un salmo que se enfoca en alabar a Dios por su poder y grandeza. Las oraciones de David fueron contestadas y él pudo experimentar el poder de Dios en su vida al ser librado de todas sus angustias por lo cual pudo testificar sobre el gran poder libertador de Dios.
En el salmo 140 David clama a Dios para ser librado de todos sus enemigos. Recordemos que David fue un guerrero que se encontraba constantemente en batalla con los filisteos, pero además tuvo que esconderse del rey Saúl que lo persiguió por celos. Aún cuando fue rey, David tuvo que enfrentar una serie de disputas familiares. A pesar de ser perseguido por sus enemigos, David nunca se olvido de su Dios sino que busco siempre refugio y protección en Él. ¨En cuanto a los que por todas partes me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.¨ (140:9). David podía confiar en Dios porque sabía que su corazón se había mantenido puro para con Él. Su obediencia le garantizaba protección ante el enemigo. En el salmo 141 David hace una oración para ser librado de todo mal. El rey buscó siempre seguir los mandamientos de Dios y en esta ocasión clama para que se cumpla la voluntad de Dios en su vida, y que no permita que su corazón se incline hacia el mal: ¨No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad; y no coma yo de sus deleites.¨ (141:4). La confianza de David estaba puesta en Dios y buscaba mantener su mirada enfocada en Él en todo tiempo; su oración era que Dios no permita que cayera en la maldad ya que sabía que eso lo alejaría de Su voluntad. En el salmo 142 David le pide a Dios ser librado en medio de la prueba. Aún en medio de la aflicción, David sabía que Dios lo escuchaba y lo podía librar por más dura que fuera la prueba.
Los salmos 143 y 144 contienen más oraciones y suplicas de David hacia su Dios pidiendo ser librado de todo mal y ser prosperado. David buscaba caminar bajo la dirección de Dios: ¨Enséñame a hacer tu voluntad porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.¨ (143:10). El rey sabía que mientras nos encontramos en los caminos del Señor no hay mal que nos pueda desviar ya que Su mano nos sostiene en todo tiempo. Dios es el que nos mantiene seguros y confiados. David oraba por la dirección de Dios sabiendo que mientras su mirada estaba puesta en Él no podía desviarse de su voluntad. Permanecer en los caminos de Dios y obedientes a Su palabra también trae bendición y prosperidad a nuestras vidas: ¨Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.¨ (144:15). Finalmente luego de tantas suplicas y peticiones David alaba a Dios simplemente por lo que Él es. El salmo 145 es un claro ejemplo de esto ya que David reconoce que Dios ha sido fiel y misericordioso para con él habiéndolo librado de la mano de sus enemigos y de todas sus aflicciones. Dios es digno de nuestra alabanza simplemente porque Él es grande y fiel. Su mano está continuamente sobre nosotros y sus misericordias nunca nos abandonan. Dios quiere contestar todas nuestras suplicas y librarnos de todo mal, pero debemos buscarlo a Él y dejar que Él nos guíe en todo momento. Dios está cerca de todos los que le buscan y claman a Él.
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