¨Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal.¨ Sofonías 1:12
Seiscientos años antes de Cristo, el profeta Sofonías ya se encontraba profetizando sobre el juicio de Jehová hacia su pueblo. Su pueblo había olvidado los mandamientos de Dios y adoraban a ídolos falsos. Quizá muchos de nosotros hoy 2500 años después pensamos igual que el pueblo judío en ese tiempo ya que creemos que Dios no hará nada al respecto de nuestro pecado. No nos bendecirá pero tampoco nos castigará como dicen todos estos profetas locos. Tal vez no andemos atrás de ídolos ni adoramos otros dioses, pero la mayoría ha decido crearse una imagen propia de lo que cree que es Dios. Me he topado con mucha gente que me dice: ¨Sí yo creo en Dios, pero a mi manera. Dios es bueno, no sería capaz de enviar a su creación al infierno.¨ Si tenemos este pensamiento entonces no hay nada que nos diferencie de los idolatras a quienes Sofonías reprochaba. Tal vez no estemos adorando una imagen de madera o de piedra creado por manos humanos, pero igual estamos adorando una imagen que hemos creado con nuestra mente y razonamiento humano. Hemos decidido crear nuestras propias ideas de la naturaleza de dios, tenemos una imagen mental de cómo creemos que dios actúa, pero ignoramos al Dios de las escrituras, al Dios de la Biblia. Su verdadera naturaleza esta descrita en las Sagradas Escrituras, y si nosotros obviamos lo que nos dice Su palabra entonces simplemente estamos creando nuestros propios ídolos y no estamos sirviendo al mismo Dios.
Así como Sofonías le alertaba al pueblo que pronto el juicio llegaría hacia Su pueblo por adorar a falsos dioses y vivir vidas tibias, en otras palabras vidas indiferentes que solo se interesan en uno mismo y dicen ¨que cada uno haga como quiera, ¨ así también nos alerta a nosotros hoy que un día el juicio de Dios llegará sobre nosotros. Nadie podrá escapar este día, y no habrá plata ni oro que nos podrá librar del día del juicio. Por tanto Sofonías nos exhorta a que tomemos acción y dejemos de andar tranquilos y cómodos y que nos pongamos a cuentas con Dios porque así ¨quizá seréis guardados en el día del enojo de Jehová.¨ (Sofonías 2:3). Quizá por el momento nos sintamos bien, seguros y confiados, pero llegara el momento en que ¨la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más, sea asolada y hecha guarida de fieras¨ (verso 15). Debemos estar preparados para cuando llegue el juicio de Dios, ¿estamos seguros que nuestra confianza esta puesta en el Dios de la Biblia o hemos creado nuestra propia imagen mental, humana, y racional de cómo es dios?
De seguro el día del juicio llegara a su tiempo, pero no todo está perdido. Según Sofonías un remanente del pueblo judío iba a ser restaurado e iban a poder retornar a su tierra después del exilio a Babilonia. La misma promesa se aplica para nuestras vidas hoy. Habrá un remanente que será guardado de la ira de Dios, aquellos que no se han olvidado del Dios de la Palabra y no han decidido abandonarlo tras ídolos, aquellos que han decidido vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y no su propia voluntad, aquellos que no han decidido quedarse quietos reposando tibiamente, sino que viven vidas apasionadas sirviendo y amando a Dios. No es tarde para pedirle perdón a Dios por vivir vidas tibias ya que ¨En aquel día no serás avergonzado por ninguna de tus obras con que te rebelaste contra mí…os pondré para renombre y para alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio delante de vuestros ojos, dice Jehová.¨ (Sofonías 3:11 y 20). Dejemos que Dios apaciente y dirige nuestras vidas y dejemos que Él sea el que nos hable por Su palabra.
¨Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozara sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.¨ Sofonías 3:17
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