Wednesday, June 1, 2011

Esdras Aparece en Escena



¨Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés, y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras.¨ Esdras 7:6

El libro de Esdras solo tiene 10 capítulos y el personaje principal aparece recién en el séptimo ya que la primera parte fue dedicada exclusivamente al relato de la reconstrucción del templo dirigido por Zorobabel. Esdras aparece en escena unos 60 años después al dirigir el viaje de regreso de un poco menos de dos mil judíos de Babilonia a Jerusalén. Estos eran mayormente sacerdotes o siervos del templo ya que una vez culminada la construcción del templo físico era necesario comenzar con la reconstrucción de la espiritualidad de la ciudad. Esdras era un profundo conocedor de la ley de Dios y uno de los más respetados maestros de la época. ¨Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.¨ (7:10). El mejor método para enseñar es mediante nuestras acciones por lo cual no me cabe duda que Esdras vivía la Palabra y era un ejemplo para el resto de los judíos conservando así la religión de Su pueblo. No debe haber sido fácil para los judíos conservar su religión en medio de Babilonia ya que este era un pueblo idolatra, pero con maestros como Esdras hubo un remanente que se mantuvo fiel a su Dios a pesar de la adversidad. La mano de Dios estuvo con Esdras y lo guio para que regrese a Jerusalén y lidere a su pueblo necesitado allá. Dios le abrió todas las puertas, tocando inclusive el corazón del rey para bendecirlo de una manera especial. Artajerjes escribió una carta autorizando el viaje de Esdras junto a su gente diciendo que ¨todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente.¨ (7:21).

Esdras sabía que la mano de Dios estaba sobre él porque había visto como Dios había bendecido cada detalle de su viaje. Dios conmovió el corazón del rey para que lo deje regresar a su tierra con sacerdotes, levitas, y ministros, y encima llenos con tesoros de oro y plata. También en la carta establecía que no debían de pagar impuestos por su carga así que todo en su viaje estaba solucionado. Solo quedaba un pequeño detalle. Esdras viajaba con un poco menos de dos mil hombres, ninguno guerrero ya que eran todos sacerdotes y ministros de la casa de Dios, y con un tesoro bastante grande que el rey y el pueblo les habían ofrendado para el Templo. El viaje era largo y el peligro era inminente porque eran presa fácil para el enemigo. Pero Esdras sabía que su Dios estaba con ellos listo para defenderlos por lo cual no fue necesario pedirle escoltas, porque sabía que si se los pedía entonces ¿qué ejemplo estaría dando? porque profesaba que su Dios era el que los bendecía e iba delante de ellos: ¨La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan.¨ (8:22). Si Esdras profesaba a un Dios poderoso era porque sabía que tenía uno que lo iba a librar de la mano del enemigo. Esdras pidió la bendición y protección de Dios para su viaje y lo recibió porque llegaron a Jerusalén sin sufrir daño alguno. Esdras no solo enseñaba y hablaba sobre su gran Dios sino que confiaba plenamente en Él y tenía sus esperanzas puestas en Él.


La mano de Dios estuvo con Esdras durante todo su viaje. Él lo pudo experimentar de primera mano viendo como Dios le abrió todas las puertas para su viaje, tocando el corazón del rey, y luego viendo como Dios los protegió durante el trayecto. Dios bendice a aquellos que lo buscan y los libra de la mano del enemigo. Quizá muchas veces nos sintamos indefensos frente a situaciones difíciles que vienen a azotar nuestras vidas, pero si realmente confiamos en Dios vamos a aprender a vivir seguros en Él sabiendo que nos libra de cualquier situación por más difícil que esta sea. Esdras era un estudioso de la ley de Dios y por ende había aprendido a confiar en Él porque hizo realidad las promesas de Dios para su vida. La mano de Dios estuvo sobre él para bendecirlo porque fue obediente a Su voz. Debemos tener la misma actitud que tuvo el sacerdote; buscar de Dios todos los días, aprender de su palabra, y enseñar con nuestro ejemplo de que se trata el depender exclusivamente de Dios. Él no nos va a fallar nunca porque permanece fiel a sus promesas, y Su palabra está llena de grandes promesas que quiere cumplir hoy en nuestras vidas si nos apropiamos de ellas y confiamos plenamente en Él. El pueblo llego sano y salvo a Jerusalén listo para comenzar a ministrar y servir en el templo de Dios bajo el liderazgo espiritual de Esdras. Seamos buen ejemplo para la gente a nuestro alrededor, para que ellos puedan ver y palpar que servimos a un Dios real que nos bendice en todo momento. Así como todos vieron que la mano de Dios estaba sobre Esdras, Dios quiere que todos vean que sus manos están sobre ti para bendecirte y librarte de tu angustia.

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