Wednesday, December 8, 2010

Una Transformación Radical

¨Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.¨ Hechos 26:14

Una de las transformaciones más impactantes en la Biblia es la conversión de Pablo, que pasó de ser un celoso fariseo perseguidor de cristianos a ser uno de los primeros misioneros cristianos. Pablo tuvo un encuentro con Jesús que cambio drásticamente su vida ya que nunca más fue la misma. Todo lo que Pablo creía que estaba haciendo para su religión iba a cambiar de un momento para otro cuando tuvo un verdadero encuentro con Jesús. El cambio en la vida de Pablo fue radical ya que se dio cuenta que el Jesús que los discípulos estaban proclamando, y él persiguiendo, era realmente el hijo de Dios que había muerto por los pecados de la humanidad, los de él inclusive. Cuando Jesús llega al encuentro de Pablo este tiene un arrepentimiento sincero por lo cual su vida gira 180 grados ya que pasa de perseguir a los cristianos a convertirse en uno y estar dispuesto a sufrir persecuciones por proclamar la verdad. Inclusive llegó a ser fiel hasta el final, al estar dispuesto a morir por causa de la expansión del evangelio. Pablo llegó hasta Roma para predicarle al Cesar y varias autoridades importantes de la época a pesar de que eso le costaría la vida. Mientras Pablo esperaba su muerte le escribió una carta a Timoteo resumiendo lo que les vengo diciendo: ¨Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.¨ (2 Timoteo 4:6-7).

Pablo nunca más fue el mismo después de su encuentro con Jesús ya que solo Él puede cambiar las vidas y darles un propósito verdadero. Lo mismo debe suceder con nosotros cuando nos encontramos con nuestro Salvador. Nuestra vida no puede seguir siendo igual sino que debemos ser transformados a Su imagen. Debemos identificar claramente lo que fue nuestra vida antes de conocer a Cristo y lo que es nuestra vida ahora una vez que hemos sido rescatados por Él. El cambio se debe notar así como fue el caso con Pablo que pasó de perseguir cristianos a estar dispuesto a morir por Cristo. Quizá muchos de nosotros no hemos tenido un pasado tan oscuro como Pablo pero el cambio que un encuentro con Jesús produce debe de poder ser palpable. Uno de los cambios más importantes que se produce en nosotros es el interés por nuestros prójimos. Dios pone en nosotros una carga especial por aquellos que no han tenido la oportunidad de conocerlo y produce en nosotros un deseo de poder compartir ese regalo que hemos recibido con los demás. Nuestras vidas no pueden permanecer igual si hemos tenido un verdadero encuentro con Jesús ya que el produce en nosotros un amor especial por nuestros prójimos y somos transformados. Esto no quiere decir que seremos perfectos y no cometeremos errores, sino que ahora sabemos que Dios está a nuestro lado para levantarnos cuando fallamos y sabemos que no podemos permanecer indiferentes ante las necesidades de la humanidad.

Pablo fue uno de los responsables de difundir y expandir el evangelio a todos los gentiles. A pesar de su pasado como perseguidor de cristianos, él no se callaba y no se avergonzaba de su oscura historia. Pablo sabía que Dios lo había perdonado y restaurado y envés de simplemente dejar de perseguir cristianos, se convirtió en uno de los principales evangelistas y misioneros de la época. Pablo no iba a dejar que su pasado lo callara. El experimento el completo perdón de Dios por lo cual estaba dispuesto a usar su pasado como un testimonio de cómo Dios cambia y transforma vidas. Al igual que Pablo, nosotros tampoco debemos avergonzarnos de nuestro pasado, sino que debemos usarlo como un testimonio impactante de cómo Dios puede cambiar y restaurar vidas. Mucha gente se puede identificar con nuestras experiencias y saber que Dios trae perdón y restauración para sus vidas también. Debemos ponernos en las manos de Dios y dejar que Él nos use sin importar nuestro pasado ya que el Señor hace todas las cosas nuevas.

Tuesday, October 19, 2010

La Promesa en medio de la Aflicción


¨Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí: Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.¨ Salmos 40:17

Este fue el último versículo que mi papa compartió en su muro de facebook para todos sus amigos unas horas antes de que sufriera un infarto cerebral. Ninguno de nosotros nos imaginábamos lo que iba a pasar a la mañana siguiente, pero mi padre tenía una promesa de parte de Dios asegurándole que a pesar de que tuviera que padecer necesidad o aflicción, Dios está pensando en él. Muchas personas a veces cometemos el error de pensar que porque somos cristianos nunca nos van a pasar cosas malas, pero Jesús nos dijo lo contrario: ¨En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.¨ Van a llegar momentos en nuestras vidas que serán muy difíciles de atravesar y pasaremos diversos tipos de aflicciones, pero la diferencia está en que no estamos solos, sino que Jesús ha prometido ayudarnos a atravesar esas aflicciones y vencerlas junto a Él. Mi padre lleva dos semanas internado en la clínica y recién hoy lo sacaron de terapia intensiva y lo bajaron a sala para que la familia lo pueda ayudar con la rehabilitación. Está progresando muy bien y hemos visto la mano de Dios tomando el control y sanando su cuerpo, y estoy seguro que si no fuera por la protección divina de Dios no lo tendríamos junto a nosotros en este momento. Todavía queda un camino por recorrer, pero a pesar de que mi papa está atravesando necesidad y aflicción él cuenta con la promesa de Dios: Él es su ayuda y libertador y no tardará. La misma promesa que nos mantiene a nosotros, su familia, confiados y seguros.

David conocía muy bien el significado de aflicción y necesidad ya que antes de ser Rey de Israel tuvo que vivir escondido en cuevas para salvarse del Rey Saúl que lo buscaba para quitarle la vida. David atravesó muchos momentos difíciles en su vida, pero su relación con Dios era tal que podía vivir confiado en medio de la prueba sabiendo que Dios era su libertador y salvador. El escritor de la mayoría de estos Salmos escribía sobre esto porque era lo que estaba atravesando y sabía que lo único que lo mantenía confiado era que Dios estaba en control de su vida y tenía un propósito. La aflicción sería pasajera y la promesa se cumpliría en su vida. Lo bueno es que David sabía que no tendría que atravesar esa aflicción solo, sino que tenia a Jehová de los ejércitos de su lado. Ese mismo Dios que estuvo con David en medio de su aflicción es el que promete estar a nuestro lado cuando atravesamos dificultades. No le preguntemos a Dios porque nos suceden las cosas, sino preguntémosle para que suceden y aprendamos a confiar.

Así como para David como para mi padre, lo bueno es que en medio de toda la aflicción y necesidad Dios está ahí para ayudarnos a atravesar los problemas. Dios es el que nos da esa paz que no podemos describir que nos cubre cuando atravesamos momentos difíciles y duros. Él es el que piensa en nosotros en medio de la prueba y nos ayuda a atravesar esos momentos que quizá nunca podríamos atravesar solos. Él es el que nos llena de esperanzas cuando no parece haber una salida y el que nos aumenta nuestra fe. Ahora mientras me encuentro al lado de mi papa y veo la aflicción por la cual está atravesando tengo paz y certeza de que Dios está en control de su vida y está pensando en el. Él es el único que puede apresurar los tiempos para socorrerlo y es el único que nos puede dar a nosotros la paz y tranquilidad necesaria para apoyarlo en este tiempo y saber que Su propósito y Sus promesas se cumplirán en su vida como lo han estado haciendo a través de todos estos años. La paz que Dios nos ha dado en medio de esta situación es indescriptible.

¨En paz me acostare y así mismo dormiré, porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.¨ Salmos 4:8

Friday, October 1, 2010

El Significado de la Navidad


¨Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.¨ Mateo 1:21

Muchas personas celebran la Navidad sin conocer su verdadero significado o sin prestarle mucha atención al mejor regalo que la humanidad pudo haber recibido. Dios nos envío a Su hijo unigénito para que podamos disfrutar de una relación con Él mediante el sacrificio que pago Jesús en la cruz por nosotros. Mateo es el primer libro del Nuevo Testamento que le siguió a los más de cuatrocientos años de silencio en los registros bíblicos. Mateo fue un recaudador de impuestos judío que entendió perfectamente quien era realmente Jesús. El conocía profundamente las escrituras y hace un cuidadoso repaso demostrando como el nacimiento de Jesús cumplió varias de las profecías, las cuales algunas  habían sido escritas mil años antes. Mateo comienza por describir la genealogía de Jesús comenzando desde Abraham hasta David y luego finalmente llegando al nacimiento de Jesús demostrando como el Mesías venía del linaje de David y por lo tanto se cumplía la promesa de Dios de que la casa de David reinaría hasta el fin. Jesús era el Mesías y venía a establecer su reino eterno.

Mateo describe cuidadosamente como Jesús vino a cumplir con cada una de las profecías, para que los judíos entendieran que Él era el Mesías que habían estado esperando por tantos años. Primero nos señala como la profecía en Isaías 7:14 se cumplió ya que Jesús nació de una virgen. Además Mateo nos muestra que Jesús nació en Belén como lo profetizó Miqueas (Miqueas 5:2) setecientos años antes, luego nos señala como José tuvo que llevar a María a Egipto para salvarle la vida al niño para que se cumpla lo que dijo el profeta Oseas (Oseas 11:1) cuando dijo que De Egipto Dios llamó a Su hijo. Estos son solo un par de ejemplos de las profecías que se cumplieron ya que además se cumplió la profecía de Jeremías sobre la orden que dio Herodes para matar a los niños. Luego continúa explicando como Jesús llegó a habitar en Nazaret confirmando lo que decían los profetas acerca del Mesías que sería llamado el nazareno. Mateo nos relata además que Juan el Bautista era aquel que Isaías decía que iba a preparar el camino para Jesús. Mateo explica cada uno de estos eventos para que no quedaran dudas de que Jesús era el verdadero Mesías. Muchas más profecías se fueron cumpliendo a medida que Jesús comenzó su ministerio y Mateo fue muy claro en señalarlos.

Muchos de nosotros podemos recordar como ansiábamos desde niños pequeños por la llegada de la navidad. Queríamos que llegue ese tan ansiado día para poder pasar con nuestra familia comiendo comida rica, viendo los fuegos artificiales, y poder finalmente abrir los regalos debajo del arbolito. Entre tanta ansiedad muchos nos olvidamos el verdadero significado de la navidad, el nacimiento de nuestro Mesías, aquel que se despojo a sí mismo y vino a morir en la cruz por nuestros pecados en condición de hombre. El regalo más grande ya nos fue dado, solo hace falta abrirlo, aceptarlo, y recibirlo. El libro de Mateo es una muestra clara de que Jesús realmente fue el Mesías y que él vino para establecer un reino eterno de gozo, paz, y justicia. No olvidemos este regalo tan grande que nos ha sido dado sin merecerlo. Jesús no es como Santa Claus que dice que para recibir el regalo tienes que haber sido un chico bueno, Jesús nos ha dado este regalo a pesar de nuestras falencias y pecados. Lo único que tenemos que hacer es estar dispuesto a recibirlo. La próxima Navidad recordemos el motivo por el cual celebramos esta fecha tan importante: El nacimiento de nuestro Salvador y Mesías.

Thursday, September 30, 2010

La Promesa Del Fuego Purificador


¨ ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿ o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.¨ Malaquías 3:2

Malaquías es el último libro del Antiguo Testamento y se escribió unos 400 años antes de la venida del Mesías. Las palabras de Malaquías para el pueblo fueron severas, pero al mismo tiempo llenas de esperanza para los que aguardaban con temor la venida del Salvador. El pueblo había regresado del cautiverio en Babilonia, pero parece que no habían aprendido la lección ya que volvían a recurrir en los mismos pecados de antes. Los sacerdotes le ofrecían las peores ofrendas a Dios ¨Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo pues a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? Dice Jehová de los ejércitos.¨ (Malaquías 1:8-9).  Malaquías vuelve a señalar la infidelidad del pueblo hacia Dios y la promesa de que Él se volvería a ellos si ellos se vuelven a Él. Dios estaba anunciando una vez más a través de otro profeta la venida del Mesías y el establecimiento de un nuevo pacto para que el pueblo pudiera ser redimido y limpiado por sus continuos pecados sin la necesidad de depender de sacerdotes corruptos ya que el Mesías tomaría el lugar de ellos como el Sumo Sacerdote puro y sin mancha.

No sé a cuántos de nosotros nos ha pasado que muchas veces nos encontramos con que tropezamos con la misma piedra. Vez tras vez volvemos a fallarle a Dios y como que caemos siempre en la misma cosa. Era una situación similar a la que vivía el pueblo judío ya que a pesar de haber sido llevado en cautiverio por su maldad, una vez que fueron liberados y retornaron a Jerusalén con el paso del tiempo volvieron a caer en la misma maldad que los había llevado al cautiverio. Por eso Dios tenía diseñado un plan que consistía en enviar a Su hijo unigénito para que muriera en la cruz por nuestros pecados y nos limpie por completo. Malaquías entendió el mensaje de Dios unos cuatrocientos años antes de la venida del Mesías y sabía que este ¨ángel del pacto¨ iba a restaurar a la nación porque vendría ¨como fuego purificador, y como jabón de lavadores.¨ Fue exactamente lo que hizo Jesús por nosotros en la cruz del Calvario. ¨Por sus llagas fuimos nosotros curados.¨ Su perdón es lo que nos da libre acceso para acercarnos a Dios.

Quizás hoy podamos mirar a la sociedad y ver como a determinado grupo de personas les va bien a pesar de que actúan con maldad, que todo les va bien, y piensan que son dignos de imitar ya que Dios parece no juzgar su pecado. Los corruptos parecen alcanzar el éxito. Pero la verdad es que Dios ya ha establecido la fecha en que el juicio nos llegara a todos nosotros y no debemos dejarnos llevar por el presente y creer que a Dios no le interesa nuestra situación. Él ve las intenciones de nuestro corazón y en Malaquías 3:16 dice ¨fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.¨ Cuando llegue el momento del juicio final es cuando realmente entenderemos la diferencia entre la prosperidad del justo y el corrupto, entre el que le sirve a Dios y el que vive para sí mismo. Debemos vivir vidas llenas del temor de Dios y buscar agradarle en todo momento y dejar de caer siempre con la misma piedra ya que Él pago el precio por nuestros pecados para darnos libertad completa. Recuerda que Él promete volverse hacia nosotros si nosotros nos volvemos a Él (Malaquías 3:7). Al libro de Malaquías le siguió un silencio por más de 400 años en los registros bíblicos pero la promesa ya estaba declarada de que vendría un Mesías a traer libertad espiritual.

Wednesday, September 29, 2010

Dios Pelea la Batalla por Nosotros


¨Y los capitanes de Judá dirán en su corazón: Tienen fuerza los habitantes de Jerusalén en Jehová de los ejércitos, su Dios…Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.¨ Zacarías 12:5,9

La promesa de Dios para el pueblo de Judá era uno de esperanza después de tantos años de dolor y cautiverio. El pueblo de Israel tenía una rica historia y durante años muchas naciones los temían porque sabían que Dios estaba de su lado. Los judíos conquistaron la tierra prometida sin un gran ejército, pero lo lograron porque Jehová de los ejércitos peleaba por ellos. Un ejemplo claro de esto se dio a través de Josué quien dirigió a sus hombres en la conquista de Jericó sin tener que pelear, sino que simplemente siguieron las órdenes de Dios de marchar alrededor de la ciudad por siete días. Desde ahí continuaron conquistando la tierra prometida. Luego en el tiempo de los jueces de Israel, el pueblo volvió a ganar grandes batallas, como por ejemplo cuando Gedeón libró a su pueblo de la opresión de los madianitas peleando sin armas y solamente con 300 hombres con trompetas, antorchas, y vasijas frente a los más de cien mil hombres del ejército madianita. La historia volvería a repetirse con Salomon derrotando a miles de filisteos y luego en el tiempo de David que logró vencer al gigante Goliat ante todos los pronósticos de la lógica humana. El Antiguo Testamento está lleno de estos ejemplos donde se vio que la mano de Dios estaba sobre su pueblo y Él era quien les entregaba la victoria.

La rica historia judía parecía haberse derrumbado cuando la época dorada del reino de Salomon se desmoronó. El pueblo había abandonado a Dios y se había ido tras ídolos como las naciones vecinas. Cuando el Rey de Israel era un hombre que temía a Dios el pueblo prosperaba, pero cuando el Rey no era temeroso de Dios entonces la nación caía en pecado y la mano de Dios no estaba con su pueblo. Poco a poco el pueblo judío fue perdiendo el respeto de las naciones vecinas a medida que la mano de Dios se apartaba de ellos. El pueblo no escucho las advertencias de los profetas y siguió en sus malos caminos. Alrededor de 724 AC los asirios invadieron a la tribu de Israel y luego un siglo después los babilonios invadieron la tribu de Judá. Las grandes historias del Dios salvador de Israel habían quedado solo en el recuerdo y ahora la nación había sido humillada y llevada en cautiverio.

Después de estar 70 años en cautiverio un remanente del pueblo judío regresó a reconstruir la una vez gloriosa Jerusalén. De la mano de Esdras y Nehemías el pueblo volvió a reconstruir su ciudad y Zacarías animaba al pueblo a continuar con la obra del templo de Jehová. Fue en este tiempo que el profeta les declaró la promesa de parte de Dios de que Él volvería a estar a su lado. Dios iba a respaldar a Su pueblo y las naciones vecinas que los oprimieron por tantos años fueron destruidas. Les profetizó además acerca de la venida del Mesías y luego sobre el futuro reino de Jehová. ¨Y Jehová será Rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre…Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente.¨ (Zacarías 14: 9,11). Lamentablemente los judíos no creyeron en que Jesús era su Mesías por lo cual siguen esperando el cumplimiento de la promesa, pero nosotros sabemos hoy que Jesús vino a establecer Su reino para todo el mundo. Esperamos su pronto regreso, pero mientras tanto establecemos Su reino aquí en la tierra. Debemos procurar vivir vidas santas para que los demás sepan que Dios es el que pelea las batallas por nosotros y nos da la victoria ante muchas situaciones adversas. Debemos cuidar nuestro testimonio para evitar tener que pasar por el exilio y cautiverio, y para que el Espíritu Santo pueda fluir a través de nuestras vidas porque el mismo Dios que peleaba por Israel pelea por nosotros hoy y quiere bendecir nuestras vidas.

Tuesday, September 28, 2010

Advertencias Sobre Caer en Rutinas Vacías


¨Cuándo ayunasteis y llorasteis en el quinto y séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado por mí? Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros mismos?¨ Zacarías 7:5-6

Un remanente del pueblo judío había regresado después de 70 años del exilio de Babilonia. Durante su cautiverio ellos tenían como costumbre ayunar en el cuarto, quinto, séptimo, y decimo mes del año ya que fueron fechas en que los babilonios sitiaron la ciudad y mataron a algunos de sus líderes. Ellos se habían olvidado de los mandatos de Dios y se fueron tras dioses ajenos por lo cual Dios permitió que los babilonios invadan Jerusalén y se lleve a su gente cautiva. Dios había mandado profetas años antes para advertir a su gente de sus malos caminos, pero ellos no escucharon y ahora Él dice ¨así como yo clamé y no escucharon, también ellos clamaron, y no escuché dice Jehová de los ejércitos.¨ (Zacarías 7:13). Ahora una vez que el pueblo había regresado de su cautiverio estaban preguntándoles a los sacerdotes si era necesario continuar con el ayuno. Parece que después de 70 años los judíos aun no habían aprendido su lección. Dios no les estaba exigiendo ayuno, solo les pedía que obedecieran sus mandatos, que amen la misericordia y justicia.

El ayuno se había convertido en un ritual religioso para los judíos. Ni se acordaban cual era su real significado. ¿Para qué seguir ayunando conmemorando estos meses de cautiverio si ya habían retornado a su tierra? Por eso Dios les habla por medio de Zacarías diciéndoles que pareciera que el ayuno lo estaban haciendo simplemente para seguir una tradición y se olvidaban del verdadero significado del ayuno. Esto me recuerda al primer devocional que escribí acerca del sermón de Jesús sobre la oración. El les recordaba a los fariseos que la oración era un momento importante para relacionarnos íntimamente con Dios, no era un acto público para que la gente pueda ver que espirituales que somos. Para que no olvidemos eso Jesús dice que lo mejor es que oremos en lo secreto cuando estemos solo ante nuestro Padre y no haya ninguna otra distracción. Es lo mismo en este caso con el ayuno que simplemente se había vuelto un ritual religioso y había carecido de real significado. El ayuno es una herramienta poderosa para poder acercarnos a Dios y pedir Su favor, pero no debe ser algo que hacemos rutinariamente sin un propósito en mente salvo el que nuestros hermanos vean que somos muy espirituales porque ayunamos. El mejor ayuno es el que se realiza en secreto, cuando realmente queremos que Dios haga una obra especial en nuestras vidas. Jesús mismo se apartaba solo al desierto a ayunar y orar donde la gente no era un estorbo y donde no se enteraban de lo que estaba haciendo.

Dios es muy claro a través de Zacarías cuando le pide al pueblo que deje a un lado el ayuno y le ofrezcan lo que realmente quiere: ¨Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano¨ (Zacarías 7:9-10). Dios exigía un cambio de actitud y no que simplemente sigan un ritual religioso. Dios nos pide lo mismo a nosotros hoy. Debemos de cuidarnos en no caer en una religiosidad falsa, sino que nuestros frutos sean palpables externamente. Que la gente vea que los cristianos somos personas que amamos la justicia y la misericordia, que somos personas capaces de perdonar y ayudar a los más necesitados. No debemos caer en la religiosidad y que la gente simplemente nos conozca por ser personas que van a la iglesia todas las semanas y cantan alabanzas. Todas estas cosas son buenas, pero solamente si las estamos haciendo para Dios y no para que la gente vea que somos santos. El verdadero ayuno y oración es algo entre cada uno de nosotros y Dios y nadie más tiene que saber que estamos haciendo. No era tiempo para que el pueblo ayune porque Dios ya los había restaurada ¨y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas…y habitarán en medio de Jerusalén, y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia.¨ (Zacarías 8:5,8).

¨El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del decimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad pues la verdad y la paz.¨ Zacarías 8:19