¨Pero el rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas pues se junto Salomón con amor.¨ 1 Reyes 11: 1-2
Dios le había prometido a Salomon habitar en medio de su pueblo siempre y cuando ellos guardaran su Palabra, pero el problema comenzó cuando Salomón tomo para sí esposas extranjeras y permitió que construyan altares para adorar a sus ídolos. Salomón primero les concedió el permiso para que adoren a sus ídolos, pero finalmente termino él mismo sirviendo y adorando a estos dioses por lo cual la mano de Dios se aparto de él. El Rey más sabio del mundo que vivió una de las épocas más gloriosas de Israel echó todo a perder por no guardar un simple mandamiento que Dios le había dado. Dios había sido claro en cuanto a que su pueblo tome mujeres extranjeras: ¨No os llegaréis a ellas.¨ ¿Por qué? Porque sabía que ellas iban a desviar los corazones de su pueblo hacia sus propios ídolos. Fue exactamente lo que sucedió. A pesar de la gran sabiduría que tenía Salomon el permitió que su corazón se desvíe porque tuvo el mismo problema que han tenido todos los hombres en la historia de la humanidad: dejaron de pensar con su cabeza y permitieron que su corazón tome las decisiones. Salomon se enamoró de sus mujeres extranjeras y de sus dioses, y su corazón dejo de latir para Dios. Un pecado termino llevando a otro y así Salomon termino sirviendo a otros dioses y olvidándose del Dios de su padre que le había dado todo. Aún así por amor a David Dios guardo su pacto y no le quito el reino a Salomon ya que había prometido que su descendencia reinaría por siempre, pero sí marcó el comienzo de la división de Israel en dos reinos.
A pesar de haber recibido todo lo que había pedido, Salomon termino apartándose de Dios. Yo siempre me pregunte como alguien tan sabio podría haberse desviado tan grandemente, pero la respuesta es sencilla: Salomon no le estaba siendo fiel completamente a Dios porque a pesar de que la ley no se lo permitía, el tomo para sí mujeres extranjeras que terminaron desenfocándolo de su objetivo. Dios requiere de una obediencia y entrega completa a Él de nuestra parte. No podemos reservarnos algunas cosas para nosotros sino que debemos entregarle todo a Dios. Salomón recibía visitas de reyes de todo el mundo alabando su grandeza y su inteligencia y vivió una época gloriosa, pero eso termino enorgulleciendo su corazón y el Rey creyó que podía ser la excepción a la regla y que no le haría daño a nadie que tomara mujeres extranjeras. Salomon descuido ese pequeño detalle de la ley de Dios y poco a poco comenzó a desviarse y caer más y más en pecado. No podemos decidir obedecer a Dios en ciertos aspectos de nuestra vida y desobedecerlo en otros, Dios quiere que nos entreguemos completamente a Él. ¿Hay alguna area de tu vida que no le has entregado a Dios todavía? Entrégaselo ahora antes que sea demasiado tarde porque Dios quiere bendecir tu vida y llevarte a niveles más altos pero no lo puede hacer si reservamos ciertas áreas y las escondemos de Dios. El que piensa estar firme, cuídese y examínese porque estos pequeños detalles pueden terminar alejándonos de él.
Las bendiciones que recibimos de parte de Dios pueden ser un arma de doble filo porque muchas veces permitimos que el orgullo invada nuestras vidas. Dios le regalo a Salomon sabiduría divina, por medio de la cual se hizo grande y construyo una gran nación. El problema fue que Salomon se olvido de quien provenía esa sabiduría y creyó que todo lo que había logrado fue gracias a su gran inteligencia. Muchas veces olvidamos quien fue realmente el que nos dio los dones y comenzamos a enorgullecernos y creer que logramos las cosas por nuestros propios medios. Ahí es cuando comienzan los problemas, cuando nos olvidamos de Dios y buscamos gloriarnos a nosotros mismos. Dios hizo grande a Salomon, pero él no supo reconocerlo y comenzó a vivir orgullosamente. Poco a poco el Rey se olvido de Dios y comenzó a servir sus propios ídolos de acuerdo a su conveniencia. No se trata de adaptar a los dioses según nuestros deseos, sino de adaptarnos a Dios para seguir sus mandamientos. Salomon dejo de servir y buscar a Dios quien fue el que le dio todo para ir tras los deseos de su corazón. No caigamos en el mismo error, Dios quiere bendecir nuestras vidas pero nosotros debemos siempre reconocerlo a Él como nuestro Rey y Señor. Los talentos que tenemos nos san dados por Él y Él es el que los perfecciona en nosotros.
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