Wednesday, October 28, 2015

Cuando negamos al Maestro

“Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.” Mateo 26: 74-75

Cuan difícil que debe haber sido para los discípulos y seguidores de Jesus ver que su Maestro, aquella persona con la que habían compartido los últimos 3 años y experimentado muchas victorias juntos, ahora estaba siendo crucificado. Lo peor es que los discípulos estaban tan sorprendidos que ninguno estuvo ahi a su lado durante ese duro momento. Cada uno se fue por su lado y solo Pedro intento seguirlo de lejos como un agente encubierto. Jesus ya les había advertido esa misma noche que todos lo iban a dejar: “Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas,” (Mateo 26:31) pero Pedro que siempre hablaba mas rápido de lo que pensaba le prometio que, “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.” (verso 33). Pedro estaba tan seguro que jamas iba a abandonar al Maestro que estaba dispuesto a seguirlo hasta el fin, o así pensaba por lo menos. Pero cuando llega el momento de la verdad muchas veces quedamos cortos con nuestras promesas. Nuestro ideal es siempre estar al lado de nuestro maestro sin importar los problemas que vengan, pero cuando llegan los problemas la situación es diferente. Comenzamos a cuestionar el poder de Dios y no entendemos porque no opera de la manera en que esperábamos. Pedro creyó que Jesus iba a hacer un milagro para evitar ser llevado por los soldados romanos, pero no fue el caso. Cuando intento defender a Jesus, fue reprochado. En ese instante todos los discípulos que estaban con el, huyeron, incluido Pedro. Los tres años que habían convivido con su maestro amado habían quedado en el olvido y ahora todo parecía estar perdido.

Me imagino que los tres días después de la muerte de Jesus debieron haber sido los mas largos de sus vidas. Cuantas dudas y cuestionamientos habían invadido la mente de los discípulos? Acaso habían perdido el tiempo siguiendo a este Mesías que había prometido liberarlos? Deben haber sido noches muy tristes y decepcionantes para ellos y al mismo tiempo debieron estar reprochandose el no haber seguido a su maestro. Me imagino que para Pedro debe haber sido aun mas duro sabiendo que había quebrantado su promesa y había negado a la persona que mas amaba. La vida de ellos cambio cuando Jesus resucito y se les apareció a cada uno, pero durante esas tres largas noches me imagino que ninguno pudo haber dormido. Cuantas veces nos ha pasado que sentimos que le hemos fallado a Dios y no encontramos paz debido a alguna mala decision que tomamos? Le habíamos prometido servirlo pero algo sucedió y desviamos nuestra mirada y ahora todo parece perdido. Gracias a Dios hubo una restauración en la vida de Pedro, y Dios lo uso como uno de los principales evangelizadores luego de la resurrección de Cristo. Pero sin lugar a duda le toco vivir una época muy oscura y triste durante esos tres días en que creyó que su maestro se había ido para siempre. No importa cuan bajo hemos caído ni cuantas veces hemos negado a nuestro Salvador con nuestros hechos, Dios quiere restaurarnos y levantarnos para ser instrumentos de su Reino. Quizá estemos atravesando una etapa muy difícil debido a que le hemos dado la espalda a Jesus pero El quiere que volvamos nuestro rostro a El. Jesus no esta muerto, el resucito y nos llama a servirlo. Esos años que has caminado junto al Maestro no han sido en vano, quizá ahora no veas el propósito cumplido en tu vida, pero a su debido tiempo va a llegar y podrás levantarte como Pedro y ver que El siempre tuvo el control.  

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