Tuesday, October 20, 2015

Deja de mendigar y vé en pos de Jesus!


“Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.” Mateo 10:46

El encuentro entre Jesus y el ciego Bartimeo es uno de los relatos más conocidos de la Biblia. Dice la Palabra que el ciego estaba mendigando junto al camino y cuando escucho que Jesus estaba pasando cerca de donde él estaba comenzó a gritar tratando de llamar la atención de Jesus. Bartimeo posiblemente había escuchado muchas historias acerca de este Jesus que sanaba a los enfermos y no podia dejar pasar su oportunidad de tener su encuentro con él. Bartimeo clamaba por misericordia, pero Jesus seguía caminando mientras que el gritaba cada vez mas fuerte para asegurarse de que Jesus lo iba a escuchar. Jesus luego se detiene y en ves de ir hacia donde esta Bartimeo lo manda llamar. Bartimeo es el que tenia que despojarse de su capa, levantarse e ir a donde estaba Jesus. Cuando llego el ciego ante la presencia de Jesus, él le pregunta que quiere. Quizá a primera vista puede parecer como una pregunta tonta ya que era obvio que este ciego quería ser sanado, pero Jesus espero a que Bartimeo le respondiera la pregunta. Una vez que el mendigo pidió recobrar la vista, Jesus le dijo que su fe lo había salvado y al instante el ciego obtuvo lo que tanto había anhelado. Bartimeo recobró la vista.

Es impresionante las lecciones que podemos aprender en un relato tan corto de lo que Jesus quiere hacer en nuestras vidas. Lo que me llamo más la atención a mí fue el versículo 46 que decía que Bartimeo estaba mendigando junto al camino cuando Jesus estaba pasando cerca. Trasladándolo al plano espiritual podemos identificarnos muchas veces con Bartimeo. Estamos sentados en la iglesia escuchando los testimonios de lo que Dios ha hecho en la vida de los demás y nos contentamos con eso. Pensamos que lindo como Dios transformo la vida de algún hermano, como salvo un matrimonio que estaba destinado a fracasar, como opero un milagro de sanidad en la vida de la persona que se sentó a nuestro lado en la iglesia, etc. Son historias que motivan y alimentan nuestra fe, pero son vivencias de los demás y no las nuestras. En otras palabras estamos simplemente mendigando nuestra fe y viviendo de las experiencias de lo que Dios esta haciendo en los demás, pero seguimos siendo ciegos espirituales. Dios quiere que recobremos la vista y vivamos nuestros propios triunfos y dejemos de alimentarnos siempre de la fe de los demás. El quiere hacer un cambio en nuestras vidas y El es el único que puede ayudarnos a recobrar la vista. No nos conformemos con mendigar junto al camino, sino levantémonos y vayamos en pos de Jesus que quiere que recobremos la vista y podamos disfrutar de una relación personal con El. Mendigando junto al camino no va a impedir que escuchemos anécdotas de lo que Jesus ha hecho en la vida de nuestros hermanos, pero la única manera de poder verlo a Jesus es levantándonos y pidiéndole a el que opere el milagro en nuestra vida. Disfrutemos de una relación personal con Jesus y sigamos caminando con El junto al camino. 

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