Friday, January 21, 2011

El Gran Mandamiento


¨Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.¨ Marcos 12:30-31

Los fariseos y grandes estudiosos de la ley judía no podían entender como tanta gente seguía a Jesús, un simple hijo de carpintero de Nazaret. Ellos veían con celo como grandes multitudes se agolpaban para escuchar las enseñanzas de este hombre común que nunca había pertenecido a ninguno de los grupos religiosos admirados hasta ese entonces por la sociedad debido a su gran conocimiento. Sin embargo ahora este Jesús se les estaba llevando a la gente y encima los tildaba de hipócritas dejándolos mal parados por lo cual buscaban de alguna manera encontrar alguna falla en su doctrina. Los fariseos que en un tiempo eran la admiración de todos por su profundo conocimiento de las leyes divinas ahora estaban siendo mal vistos porque Jesús les contradecía en todo. Por lo tanto los supuestos estudiosos primero lo buscaban hacer caer con preguntas sobre cuestiones del pago de tributos al Cesar, luego por cuestiones de la resurrección, pero en todos los casos Jesús les respondió con una sabiduría admirable. Los fariseos se juntaban entre sí buscando sorprender en algún error al conocido por el pueblo como el Maestro, pero no encontraban la manera de hacerlo. Finalmente se les ocurrió preguntarle cual era el más grande mandamiento de todos para luego así refutarle su respuesta y humillarlo.

 Me imagino que los fariseos y saduceos ya habían analizado todas las respuestas que Jesús podía dar y tenían listo su repertorio para luego así contradecirlo, pero Jesús una vez más los dejo a todos callados y asombrados dándoles la respuesta más exacta y corta que resumía toda la doctrina en dos sencillos mandamientos. Una vez más Jesús sorprendía a todos por su gran conocimiento sobre las leyes judías y era capaz de hacerla entender a la gente sencilla de una manera que los grandes maestros de las sectas judías nunca lo pudieron hacer. El gran mandamiento se resumía en ¨Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón,  con toda tu alma, con toda tu mente, y con todas tus fuerzas.¨ Esta sencilla y corta frase resumía  las miles de leyes existentes en el Antiguo Testamento. Si analizamos los 10 Mandamientos dados por Dios a Moisés, esta respuesta de Jesús engloba los primeros cuatro mandamientos sobre nuestra relación con Dios. Amando a Dios con todo nuestro corazón implica no adorar a otros dioses, no hacer ni adorar ninguna imagen, y no usar Su nombre en vano. El amor hacia Dios implica adorarlo solo a Él y buscar una perfecta relación junto a Él. La segunda parte de la respuesta de Jesús no dejo lugar a ninguna otra objeción ya que ¨ Amarás a tu prójimo como a ti mismo¨ encierra los 6 restantes mandamientos dado por Dios a Moisés que tienen que ver con la relación del hombre con su prójimo (honra a tus padres, no matarás, no codiciarás, no robarás, no hablarás mal de tu prójimo y no adulteras). Desde un principio Dios siempre busco la armonía entre Él y la humanidad y esa armonía solo se puede conseguir obedeciendo este gran mandamiento.

 Jesús conocía las escrituras mejor que nadie porque tenía una relación profunda con el Padre. Él conocía el corazón de Dios y sabía que las leyes estaban hechas para ayudarnos a mejorar nuestra relación con Él y con nuestro prójimo. Las leyes no estaban hechas para gobernarnos a nosotros ni para ser cargas como muchos de los fariseos enseñaban sino simplemente para ayudarnos a vivir en armonía con Dios y la humanidad. Jesús vino a cumplir la ley y fue lo que hizo. Por eso era tan atrayente para las masas porque hablaba con amor y conocía el corazón de Dios. En cambio los fariseos se habían olvidado del ingrediente principal de la vida: el amor. Todo lo imponían como una carga hacia los hombres, como una serie de leyes forzosas que había que seguir al pie de la letra. Esa devoción extrema hacia las leyes los hizo perder el enfoque. La razón por la cual existían estas leyes era para que reine el amor entre los hombres y Dios y pueda haber una comunión perfecta entre ellos. A tal extremo llegaban los fariseos que acusaban a Jesús de romper el mandamiento sobre guardar el día de reposo cuando Jesús sanaba a los enfermos en un sábado. Aprendamos de Jesús y no dejemos que la Biblia se convierta para nosotros en simplemente un montón de leyes que debemos seguir, sino que la usemos para perfeccionar esa relación de amor entre nosotros y Dios y entre nosotros y nuestro prójimo.

http://estebueno2.blogspot.com/

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