Friday, March 4, 2011

Poseyendo la Tierra Que Tus Pies Pisan


¨Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envío; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.¨ Josué 14:11

Hemos hablado mucho de Josué y como el pueblo logró conquistar Canaán bajo su liderazgo, pero hay otro personaje importante en esta historia que pasó a un segundo plano. Caleb fue el único espía junto con Josué que creyó en la promesa de Dios. Ellos dos fueron los únicos sobrevivientes de la primera generación de israelitas que salieron de Egipto que lograron entrar a Canaán y fueron parte del cumplimiento de la promesa de Dios. Josué fue un gran General, pero Caleb no se quedo atrás y en el capítulo 14 vemos como Caleb fue bendecido por Dios debido a su fe. Mientras Josué repartía la tierra a cada tribu, Caleb tuvo el privilegio de escoger y pedirle a Josué que le de la tierra en el Monte de Hebrón. Hace 40 años atrás cuando Caleb había regresado de espiar esta hermosa tierra le dijo a Moisés que si Dios estaba de su lado era posible conquistar la tierra. El no fue parte del complot del resto de los espías que amargaron y desanimaron al pueblo de no ir en pos de la conquista. Debido a esto Moisés le profetizo que iba a poseer la tierra que sus pies habían pisado. Caleb creyó en esta promesa y no se desanimo con el pasar de los años. Ahora que finalmente habían entrado a Canaán y vencido a mas de tres decenas de reyes, Caleb escoge la tierra que Dios había separado para él.

Caleb tenía 85 años cuando Josué le entrego a Hebrón como su heredad. Ahora esta tierra aun no estaba conquistada del todo. Habían naciones fuertes y grandes que aun faltaban por conquistar, pero Caleb continuaba con el mismo vigor y entusiasmo que tenía cuarenta años atrás cuando había entrado a espiar la tierra. Sus fuerzas no se habían desgastado porque estaban puestas en Dios y su meta estaba puesta en poseer la tierra que Dios le había prometido entregar. No temía enfrentar a estas naciones poderosas a pesar de su edad porque sabía que sus fuerzas radicaban en Dios. No dejo que el pasar de los años lo desanimara sino que mantenía su mirada puesta en la promesa. Las preocupaciones y el desanimo siempre van a desgastarnos y no producen nada en nosotros, pero cuando mantenemos nuestras esperanzas puestas en Dios nos mantenemos vigorosos y nuestras fuerzas no se desgastan. Es importante no dejar que el paso del tiempo nos desanime o quite nuestro enfoque de la visión que Dios nos ha dado. Debemos mantenernos firmes y enfocados como lo estaba Caleb. No importa la edad, nunca es tarde para que Dios cumpla su propósito para tu vida. No debemos desalentarnos en ningún momento, Dios es nuestra fortaleza y el que nos mantiene de pie para seguir conquistando. Con 85 años Caleb no se conformo con haber entrado a Canaán, sino que quería continuar y seguir luchando por poseer su heredad. El pudo haber escogido otra tierra donde no existiera más resistencia enemiga y vivir en paz, pero sabía que la tierra que Dios le había prometido estaba en Hebrón por lo cual avanzo y estaba listo para continuar conquistando.

Si continuamos leyendo la historia de Josué veremos que Caleb logró conquistar el Monte Hebrón y poseyó esa rica tierra debido a que se mantuvo firme en su fe y no dejo que su vejez sea un factor. El fue el único que pudo escoger la tierra, ya que el resto de las tribus tuvo que esperar que Josué les reparta por sorteo la tierra. Caleb no escogió lo fácil, sino que sabía exactamente cuál era la tierra que Dios le había separado y estaba dispuesto a seguir luchando por ella. Caleb finalmente logro establecerse en la tierra que Dios le había prometido dar cuarenta años atrás. Sus fuerzas nunca se desvanecieron por lo cual a pesar de tener ya 85 años continuaba con las mismas fuerzas y vigor que poseía cuando comenzó su viaje. Caleb pudo haberse conformado con mucho menos, pero sabía precisamente lo que Dios tenía para el por lo que logro conquistar una de las zonas más ricas en Canaán y habitarla. Caleb no solo logro la victoria personal para su vida, sino que toda su familia termino beneficiada ya que habitaron en una zona muy rica y crecieron con el temor de Dios. Su hija se caso con el que luego se convertiría en el primer juez de Israel cuando Josué murió y el pueblo parecía alejarse de Dios. El yerno de Caleb sería el responsable de hacer volver a Israel a Dios después de que la nación se alejara con la muerte de Josué.   

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