Wednesday, March 9, 2011

Gedeón y Sus 300 Vencieron a los Madianitas

¨Y Gedeón le respondió: Ah, Señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y donde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.¨ Jueces 6:13

Durante mucho tiempo me pude identificar con Gedeón y conozco a muchas personas como él que a veces cuestionan el poder de Dios. Ante tanta maldad en el mundo nos preguntamos donde esta Dios y cómo alguien que dice ser amoroso puede permitir que ocurran tantas desgracias. Gedeón estaba pasando por la misma situación ya que su pueblo estaba siendo atormentado por los madianitas. Estos venían como langostas y saqueaban todas sus cosechas dejando a los israelitas sin nada para poder sobrevivir. La nación de Dios estaba padeciendo persecución. Dios les había dado una tierra donde fluía leche y miel, pero en este momento no podían disfrutar de ella porque los madianitas les arruinaban todas sus cosechas. Gedeón había escuchado esas grandes historias sobre su nación y como Dios los había traído con grandes milagros desde Egipto a Canaán, pero todo eso había quedado en los cuentos de hadas porque la realidad era otra muy diferente. Los madianitas dominaban a los israelitas con sus grandes ejércitos y fuertes carros durante ya siete años. Dios parecía que los había abandonado. Todas las conquistas habían quedado en el pasado y Dios estaba divorciado de su pueblo. Esta fue la reacción de Gedeón (con la que muchos de nosotros nos podemos identificar hoy) cuando vino el Ángel del Señor a llamarlo para que libere a su gente. Gedeón se encontraba trabajando a escondidas para que los madianitas no le quitaran el trigo cuando Dios lo confronta y lo llama a salir del escondite y del anonimato. Dios vio algo en Gedeón que quizá nadie más podía ver ya que era de una familia pobre y era el menor de sus hermanos, pero Dios lo llama varón esforzado y valiente. Dios encuentra cualidades en nosotros que quizá ni aun nosotros sabíamos que existían, pero cuando Dios las activa puede hacer grandes cosas con ellas como en el caso de Gedeón.  

La razón por la cual el pueblo había caído en desgracia era simplemente porque el ciclo volvía a repetirse: los israelitas se olvidaban de las grandes obras de Dios y se volvían tras sus ídolos. Dios nunca desecho a Israel, sino que fueron ellos lo que dejaron a Dios de lado para servir a sus propios dioses y sus propios deseos. Debido a que el pueblo hizo lo malo delante de los ojos de Dios, fueron dominados por Madian. Esa era la sencilla respuesta a las preguntas de Gedeón. Ellos se encontraban en esa situación porque dejaron de confiar en Dios y siguieron su propio camino. Muchas veces queremos que Dios nos bendiga pero vivimos alejados de Él y no le permitimos obrar. Eso simplemente nos termina debilitando como le sucedió al pueblo de Dios vez tras vez. Pero nuevamente Dios muestra su misericordia y gran amor cuando el pueblo clama a Jehová para ser liberados de la opresión. No importa cuántas veces se repita el ciclo del pecado y alejamiento de Dios, este vuelve a perdonar y levantar a su pueblo cuando le buscan. Dios escucho el clamor de su gente y decidió mostrar su gran poder una vez más utilizando a un desconocido como Gedeón para enfrentar a un ejército de 135 mil soldados.

Dios se mantiene fiel a sus promesas y su carácter no cambia. El permanece inmutable a pesar de que nosotros le continuamos fallando vez tras vez como lo hacían los israelitas. En el momento que clamamos por su perdón y liberación, Él está allí para perdonarnos, levantarnos y rescatarnos. A pesar de que Dios no cambia, sus métodos sí cambian. Con los anteriores jueces Dios usó a diversas personas para liberar a su gente como Aod que derroto al enemigo con un puñal de dos filos, o Samgar que destruyo a sus enemigos con una aguijada de bueyes, o Jael que le metió una estaca en la sien del General de Hazor cuando Barac lo estaba asechando. En cada uno de esos casos Dios libero a su gente de diferentes maneras, y con Gedeón iba a suceder lo mismo. La conquista de Gedeón sobre los madianitas no dejaba duda una vez más de que la victoria la daba Dios. Dios le dice a Gedeón que enfrente a los 135 mil soldados con tan solo 300 hombres y sin ninguna arma. Gedeón obedece a Dios y logra la victoria después de sorprender el campamento madianita de noche y dejar que ellos se maten entre sí. Dios no cambia, pero aún así nos sigue sorprendiendo con sus métodos para darnos la victoria. Quizá no entendamos algunas situaciones que estamos atravesando en nuestra vida personal, pero debemos tener la certeza de que Dios está en control y que nos va a dar la victoria aunque sea de una manera inesperada o ilógica como lo hizo con Gedeón. Así como con Gedeón no quedó duda de que Dios fue el único que pudo haber dado la victoria a Israel, Dios quiere hacer lo mismo en nuestra vida y hará un milagro para que los demás vean que solo Dios pudo habernos rescatado y levantado. Lo único que debemos hacer es clamarle y pedir su intervención divina en nuestras vidas. ¨Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?¨ Jueces 6:14.

No comments:

Post a Comment