¨No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.¨ 1 Samuel 16:7
Dios ya se había apartado de Saúl y por medio de Samuel le anuncio que ni él ni su descendencia reinarían sobre Israel. El pecado de Saúl lo hizo perder la bendición de Dios por lo que Dios manda a Samuel a que vaya a ungir a otro candidato para el trono. Recordemos que Samuel sirvió como la voz de Dios para el pueblo durante el periodo de transición entre los jueces y reyes de Israel. Samuel había ungido a Saúl como Rey, pero su corazón se había desviado de los caminos de Dios y ahora Dios estaba aprontando a otro candidato, uno que ni el propio Samuel se hubiese imaginado. David fue un candidato improbable ya que era un simple pastor de ovejas y ni siquiera era grande de estatura como lo era Saúl. David era un chico con cara bonita pero nada más ya que cuando Samuel lo vio por primera vez no estaba impresionado, pero Dios le recordó que lo que importa es el corazón de las personas y no simplemente lo que ven nuestros ojos. David tenía un gran corazón, era un adorador, y tenía una fe inigualable ya que cuando venían osos o leones a atacar a sus ovejas, él las defendía y protegía. Los hermanos mayores de David eran los guerreros, pero él simplemente era un pastor de ovejas. Aún así Dios le dice a Samuel que unja a David porque Dios estaba mirando su corazón. A simple vista Samuel hubiese escogido al hermano mayor de David que era grande y fuerte, pero Dios conocía el corazón de ambos y sabía cómo iban a reaccionar cuando se presentaban gigantes como Goliat. David sería el que enfrentaría a los gigantes por su fe, y eso no requiere de ser grande o fuerte.
David saldría del anonimato muy pronto ya que un día cuando sus hermanos estaban en guerra contra los filisteos, su padre lo envía para que le lleve comida a sus hermanos. Aquí David se encuentra con un pueblo atemorizado ya que un gigante filisteo llamado Goliat desafiaba a los soldados hebreos a que peleen contra él. David no podía creer que nadie aceptara el reto ya que sabía que Dios estaba de su lado. Los hermanos de David lo querían sacar corriendo porque después de todo que sabía él si simplemente era un pastor de ovejas. Lo que ellos no sabían es que la fe de David había crecido en medio del campo mientras defendía a sus ovejas indefensas. David había visto el poder de Dios y lo había experimentado de primera mano por lo que decide enfrentar a Goliat. Así como Dios que no mira con ojos humanos sino que mira el corazón, David también aprendió a mirar con los ojos de Dios y no vio al gigante que tenía enfrente, sino que vio a un incircunciso que se estaba burlando del pueblo de Dios. Saúl le da permiso a David a que enfrente al gigante y David sale victorioso dándole la gloria a Dios. La gente termina aclamando a David ya que este logra importantes victorias y después de un tiempo comenzaron con sus canticos: ¨Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles.¨ Por supuesto que esto no le cayó nada bien al Rey Saúl que vio su reinado en peligro debido a la gran aceptación que tenía David. Además Saúl ya sabía que Samuel había profetizado en su contra. David, quien había sido fiel a Saúl y lo había servido con todo su corazón ahora se convertiría en una amenaza para el Rey ya que el Espíritu de Jehová estaba sobre él. A veces podemos estar haciendo las cosas bien como David, pero aun así nos podremos encontrar con problemas y gente quien no nos desea el bien. David se convirtió en el enemigo público número uno del reino de Saúl por lo que tuvo que huir.
Jonatán fue un personaje fundamental en esta historia, que muchas veces queda en el olvido ya que muchas veces nos concentramos simplemente en la historia de Saúl y David. Jonatán era el heredero del trono, era el primogénito de Saúl y por lo tanto quien debía ejercer el trono tras la muerte de Saúl. David y Jonatán deberían haber sido enemigos ya que Jonatán sabía que David era el gran candidato para ser el futuro Rey de la nación. Aún así a Jonatán no le importo el reino y se mostro siempre leal a su amigo David a quien amo como un hermano. Jonatán y David hicieron un pacto de defenderse mutuamente y Jonatán termina salvándole la vida a David. A Jonatán no le importo salvar a David a pesar de que eso significaría que él perdiera el trono. Jonatán nunca se detuvo a pensar en lo que le convenía a él sino que siempre puso la vida y la amistad de David por encima de todas las cosas. El no lo vio como su rival sino que estaba dispuesto a dar su vida por él. Cuán importante es encontrar un amigo como Jonatán que sea leal y ponga la vida de otros por encima de la suya propia. Más importante aun creo yo es poder ser un amigo leal y fiel como lo fue Jonatán. Jonatán supo como aceptar la voluntad de Dios para su vida aún sabiendo que esta significaría que no sería el Rey de Israel, y aún así apoyo a David y se mostro como un amigo fiel.
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