¨A fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde.¨ Salmos 78:7-8
No siempre es mal negocio mirar hacia el pasado porque podemos aprender de los errores que hemos cometido nosotros o nuestros propios padres. La mayoría del tiempo intentamos enfocarnos en el presente y mirar hacia el futuro para intentar cumplir nuestras metas y sueños, pero por lo general intentamos olvidar o ignorar el pasado. Si bien es cierto que no es bueno concentrarnos en el pasado, también es cierto que podemos mirar atrás para asegurarnos de no volver a cometer los mismos errores que en el pasado. Si nos ponemos a pensar muchos de los errores que hemos cometido ya lo habíamos cometido anteriormente y si nos hubiésemos detenido a pensar en esos errores antes lo más probable que no volveríamos a caer en lo mismo. Asaf reconocía la importancia de mirar hacia el pasado y aprender de los errores de su pueblo para no volver a repetir y caer en lo mismo. El escribe el Salmo 78 teniendo esto en cuenta ya que puso el ejemplo de cuando los israelitas experimentaron la fidelidad de Dios al ser librados de los egipcios, pero aún así el corazón del pueblo no le fue fiel a Dios y se fueron tras otros dioses. Asaf no quería que los judíos volvieran a caer en la misma actitud que tuvieron sus antepasados al ignorar las grandes obras de Dios y su fidelidad, y seguir sus propios deseos. Asaf les recuerda a todos sobre este asunto para que mirando el pasado pudieran aprender a confiar en la fidelidad de Dios y tomar la actitud acertada de confianza y dependencia hacia Él.
Una de las razones por las cuales el Salmo 78 es el segundo salmo más largo de la Biblia (después del 119) es porque Asaf quiso tomar el tiempo para recordar con lujos de detalles los errores del pasado de su pueblo. A pesar de la maldad de Israel y de su infidelidad hacia Dios, Él siempre mostró su misericordia y fidelidad para con su pueblo al liberarlos en Egipto y sostenerlos en el desierto. El llanto y las quejas de los israelitas fueron realmente insoportables si nos ponemos a recordar su actitud ante la poderosa mano de Dios. ¨Pero aún volvieron a pecar contra él, rebelándose contra el Altísimo en el desierto, pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto.¨ (78:17-18). Dios siempre fue fiel y le dio a su pueblo lo que pedían a pesar de no merecerlo. ¨Pero el misericordioso perdonaba la maldad y no los destruía. Se acordó de que eran carne.¨ (78:38-39). A pesar de todos sus errores Dios guio a su pueblo y los llevo a la tierra prometida donde finalmente establecieron su reino. Este recordatorio les hace Asaf para que no cometan el mismo error y se mantengan fieles al Dios que los había rescatado tantas veces en el pasado y los seguía sosteniendo hoy. La misma aplicación es para nosotros hoy ya que podemos mirar hacia atrás y recordar como Dios nos rescato de nuestro pasado y perdono todos nuestros pecados. Miremos hacia atrás solo para recordar la fidelidad de Dios y para asegurarnos de no cometer los mismos errores en el futuro. Dejemos que Dios apaciente nuestros corazones y nos dirija durante nuestro presente.
Asaf continúa escribiendo varios Salmos más sobre la misericordia de Dios y sobre su fidelidad a pesar de que nosotros no merecíamos tanto amor. A pesar de las tribulaciones que nos toca enfrentar podemos estar seguros de que Dios tendrá misericordia de nosotros sus hijos; ¨Y nosotros pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos por siempre.¨ (79:13). Él tiene cuidado de nosotros y al mismo tiempo promete restaurar nuestras vidas: ¨Oh Dios restáuranos, haz resplandecer tu rostro y seremos salvos.¨ (80:3). Dios quiere guiar nuestros pasos como lo hizo con su pueblo en el desierto pero muchas veces nuestra desobediencia nos hace salir de los propósitos que Dios tenía trazado para nuestras vidas. Esa fue la razón por la que el pueblo tuvo que divagar tantos años en el desierto cuando en realidad Dios los quería llevar rápidamente a la tierra prometida. ¨Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel. En un momento hubiera yo derribado a sus enemigos, y vuelto mi mano contra sus adversarios.¨ (81:13-14). Asaf frecuentemente nos recuerda el pasado de Israel para que podamos aprender y no cometer los mismos errores que ellos cometieron. Permanezcamos fieles a Dios porque Él a través de toda la historia de la humanidad a demostrado vez tras vez su misericordia y fidelidad para con nosotros.
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