Monday, May 23, 2011

Josafat: El Rey que Dispuso su Corazón en Buscar a Jehová



¨Pero se han hallado en ti buenas cosas, cuanto has quitado de la tierra las imágenes de Asera, y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios.¨ 2 Crónicas 19:3

Josafat siguió en el camino de su padre, Asa, y fue uno de los reyes de Judá que mejor guió a su pueblo a seguir las leyes de Dios. En el libro de Reyes no se menciona mucho sobre Josafat ya que esa historia se enfocó mas entre el enfrentamiento del rey de Israel, Acab, con el profeta Elías, pero ahora en Crónicas tenemos cuatro capítulos dedicados a él y su pasión por buscar a Dios. El rey entendía que la bendición de Dios venía acompañado de la obediencia de su  pueblo por lo cual se dedico a enseñar los mandamientos del Señor a las diferentes ciudades de Judá. Josafat fue un rey al que le gustaba fortalecer sus ciudades tanto arquitectónicamente como espiritualmente por lo cual tuvo paz durante la mayoría de su reinado. ¨Y cayó el pavor de Jehová sobre todos los pueblos de las tierras…Iba pues Josafat engrandeciéndose mucho…Tenía pues Josafat riquezas y gloria en abundancia.¨ (17:10,12 y 18:1). La bendición de Dios estuvo con el rey porque él se dedico a buscarlo y cumplir sus leyes. Josafat corrigió los pasos de su pueblo y se tomo en serio el guardar la palabra de Dios. El Señor ocupaba el primer lugar en el corazón del rey. A pesar de la correcta disposición de Josafat, también cometió errores. Uno de ellos fue haber hecho alianza con el rebelde rey de Israel, Acab. El profeta Jehú reprendió a Josafat por haber intentado ayudar a Israel pero Dios tuvo misericordia de él porque ¨se han hallado en ti buenas cosas y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios.¨ (19:3).

Josafat y Acab tenían una buena relación por lo cual el rey de Judá no dudo en ir a ayudar al rey Israelita a enfrentar a Ramot de Galaad. Lo único que Josafat le pidió a Acab fue que consultara con Dios antes de salir a la guerra si era su voluntad, por lo cual llamo a cuatrocientos profetas los cuales todos le profetizaron el bien y la protección del Señor sobre sus vidas. Sin embargo Josafat le pidió específicamente que busque a un profeta de Jehová y Acab conocía uno llamado Micaías, pero que siempre le había profetizado el mal contra él. Tal como sospechaba, Micaías le declara que si va a la guerra contra Ramot moriría. Acab se puso furioso y mando encarcelar al profeta e ideo un plan para no morir en la guerra: Ir disfrazado para que el enemigo no sepa que él era el rey de Israel, en cambio Josafat fue vestido con las ropas reales. Una vez que estaban en el campo de batalla el enemigo vio a Josafat e intentaron matarlo porque creían que era el rey de Israel. ¨Mas Josafat clamó, y Jehová lo ayudó, y los apartó Dios de él.¨ (18:31). Josafat se salvo porque busco a Dios una vez más, pero Acab murió en la guerra tal cual como lo había profetizado Micaías tras un flechazo que había sido lanzado fortuitamente al aire y  lo perforo. Acab aprendió un poco tarde la lección de que no se puede burlar a Dios. La desobediencia de Acab le trajo la muerte, mientras que Josafat fue salvado por disponer su corazón a Dios a pesar de que en esta ocasión había cometido el error de apoyar a Acab.

Josafat fue un gran rey para Judá porque siempre intento buscar a Dios y guiar a su pueblo por sus sendas. Eso no necesariamente significa que vamos a vivir vidas perfectas, Josafat también cometió errores pero la misericordia de Dios no se apartó de él y lo protegió en Ramot de Galaad. El rey iba a volver a enfrentar una crisis en su gobierno un tiempo después cuando los moabitas y amonitas se levantaron para atacar a Judá. El enemigo era mucho más numeroso que su ejército pero Josafat  había aprendido a confiar en Dios. Una vez más el rey clamó a Jehová: ¨ Dios de nuestros padres ¿no eres tu Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quién te resista? Clamaremos a ti y tu nos oirás y salvarás.¨ (20:6, 9). Dios una vez más mostro su gran poder y los judíos ni siquiera tuvieron que pelear porque los moabitas y amonitas se mataron entre ellos tras una confusión. Dios cumplió su promesa: ¨No  habrá para que peleéis vosotros en este caso, paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros.¨ (20:17). Josafat le creyó a Dios, estuvo quieto, dejo todo en sus manos y salió victorioso de la batalla sin tener que luchar. Además pudieron disfrutar del enorme botín de guerra dejado por el enemigo, y los judíos regresaron gozosos y en paz. Dios bendijo al rey porque Josafat estuvo dispuesto a buscar a Dios y obedecerlo de todo corazón. Una vez más vemos como la obediencia a Dios trae bendición y victoria sobre los enemigos.
  
http://estebueno2.blogspot.com/

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