Wednesday, May 18, 2011

El Legado Que le Dejamos A Nuestros Hijos



¨Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.¨ 1 Crónicas 22:13

El legado que los padres dejan a sus hijos puede ser muy importante. Al mismo tiempo la obediencia de los hijos es honra para sus padres. El gran templo de Dios fue construido por Salomon, pero el sueño había comenzado con su padre David y él se encargo de traspasarle el sueño a su hijo. David fue un hombre de guerra, pero Dios le había dado la promesa de que su hijo Salomon disfrutaría de paz en la nación y por lo tanto el principal objetivo de David para su hijo era que construya la casa de Dios. David se aseguro de tener todos los planos y materiales listos para que su hijo pudiera trabajar. Con lujo de detalles David dejo los diseños para que Salomon pudiera trabajar porque quería que la construcción del templo sea extraordinaria. Además de eso se encargo de distribuir los deberes de los levitas, músicos y cantores, e inclusive los porteros del templo. Cinco capítulos en el libro de Crónicas son dedicados a esta especial instrucción que David le estaba dejando a su hijo. La construcción iba a requerir de gran trabajo y esfuerzo, y el rey lo sabía, pero le dejo los materiales para que pudiera comenzar la obra sin problemas y además se encargo de distribuir a su equipo de trabajo. David no podía cumplir su sueño personal de construir el templo, pero sabía que su hijo si lo haría y se aseguro de traspasarle ese sueño y anhelo que tenía en su corazón a su hijo.

Los sueños no tienen porque morir con los padres, sino que los hijos también pueden continuar esos anhelos si la visión es transmitida correctamente. Salomon no tan solo honró a Dios al construir el maravilloso templo, una de las maravillas arquitectónicas de la época, sino que también honro a su padre al cumplir con el sueño que había nacido con él. David se pudo jubilar tranquilamente sabiendo que había trasladado la visión a su hijo y que él iba a cumplirla. David le facilito muchísimo el trabajo a Salomon dejándole todos los proyectos, diseños, y materiales para la obra, pero Salomon fue aún más allá consiguiendo más materiales porque Dios estaba de su lado apoyándolo. Además el pueblo también estuvo dispuesto a trabajar en pos de la visión de David y aportaron muchísimo en la construcción. Para que la visión de David fuera completada fue necesario de la colaboración de todos y para eso se necesita saber transmitir la visión al resto de la nación. La construcción del templo no fue sencilla, llevo varios años en completarse, pero mientras Salomon se sometió a la voluntad de Dios en su vida fue prosperado. La confianza que David tenía en Dios fue trasladada a Salomon, quien aprendió mucho de su padre, pero sobre todo el temor a Dios. Lo más importante que los padres les pueden dejar a sus hijos es enseñarles a buscar una relación intima y verdadera con Dios porque solo así podremos alcanzar los sueños que Él tiene para nosotros.

La paz que tuvo David en sus últimos días de vida fue traslada a Salomon y por consecuente a todo Israel. ¨Porque David dijo: Jehová Dios de Israel ha dado paz a su pueblo Israel, y él habitará en Jerusalén para siempre.¨ (23:25). Que diferente que fue para Salomon el recibir el trono ya que su padre David le toco asumir el rol como rey bajo un clima de guerra civil y desconfianza, pero gracias a la estabilidad que logro David, a su hijo le toco subir al trono en un tiempo de completa paz para Israel. Otro de los legados que le podemos dar a nuestros hijos es que aprendan a sentirse seguros y en paz con Dios porque Él es el que los sostiene. David logró después de varios años de guerras alcanzar la paz que fue disfrutada por su hijo Salomon. David lucho por el futuro de sus hijos y logró consolidar su reino de la mano de Dios. El mejor mensaje que un padre le puede dejar a su hijo es el que David le transmitió a Salomon ¨Y tú, Salomon, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario, porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás.¨ (28:9). No hay nada mejor que enseñarle a nuestros hijos que sirvan a Dios con todo su corazón porque con Él podemos estar seguros. El problema es que los hijos aprenden más de las acciones de sus padres que de sus palabras por lo cual es importante que ellos vean que sus padres viven bajo esa intimidad con Dios. David fue un gran ejemplo para sus hijos y a pesar de todas las dificultades que tuvo que enfrentar ¨murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria.¨ (29:28).

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