¨Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel.¨ 1 Crónicas 12:38
Después de la extensa y exhausta lista de los descendientes de David y su linaje finalmente en el capítulo 10 de Crónicas comienza la narración de la acción. Saúl ha muerto, los filisteos los han derrotado en el monte de Gilboa y en la guerra también mueren sus hijos Jonatán, Abinadab, y Malquisúa. Los israelitas se habían quedado sin rey y los filisteos invadieron sus ciudades y las tomaron para sí. Viendo los israelitas que habían sido vencidos fueron a Hebrón en busca de David para proclamarlo rey de su nación. David estaba escondido porque Saúl sabía el peligro que él representaba para su trono ya que mucha gente lo apoyaba y además Dios lo había ungido como rey de la nación. Igual David estuvo dispuesto a esperar en el tiempo de Dios y nunca intento apresurar los hechos sino que al revés protegió la vida de Saúl cuando lo pudo haber matado. David se entristece cuando escucha la noticia acerca de la muerte del rey y de su amigo Jonatán, pero el momento de reinar y vencer a los filisteos había llegado. Sus seguidores le declaran: ¨Antes de ahora, mientras Saúl reinaba, tú eras quien sacaba a la guerra a Israel, y lo volvía a traer. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo.¨ (11:2). David tiene un rol protagónico en la historia de Israel por lo que su historia es contada en el libro de Samuel, luego en Reyes, y ahora finalmente en Crónicas. Pero en cada libro podemos aprender nuevos aspectos importantes acerca de su vida y como amaba a Dios.
Lo primero que hace David es dirigirse hacia Jerusalén y conquistar la fortaleza de Sion. David no estaba solo durante la consolidación de su reinado, Dios estaba con Él y le puso la gente correcta para que este ahí a su lado para apoyarlo y pelear por él. Primero que nada David nombra a Joab como el jefe de su ejército, un hombre extremadamente valiente. El cronista luego nos relata sobre el resto de los valientes que apoyaban a David y peleaban por él. Hombres realmente valerosos que protegían al rey. Uno de ellos era Jasobeam quien en una ocasión venció a trescientos hombres con su lanza. Él era uno de los líderes de los que fueron considerados los 30 valientes de David. Otro de los principales entre los 30 fue Eleazar quien defendió a David en Pasdamim frente a los filisteos y los vencieron ¨porque Jehová los favoreció con una gran victoria.¨ (11:14). El cronista continúa mencionando a los 30 valientes uno por uno y nos cuenta sobre algunas de las hazañas y victorias que lograron. Todos estos hombres cumplieron un papel importante en la consolidación del reino de David. David logró muchas conquistas de su mano, porque tuvo un buen equipo que supo trabajar en conjunto bajo su liderazgo. David no estaba solo sino que encontró el apoyo que necesitaba en estos grandes hombres que lo ayudaron en la guerra. Juntos fueron consolidando la nación después de la muerte de Saúl y derrotando a los enemigos invasores. David fue ganando aún más renombre porque tuvo a un gran equipo que lo apoyo y lucho con él. ¨Y entendió David que Jehová lo había confirmado como rey sobre Israel, y que había exaltado su reino sobre su pueblo Israel¨ (14:2).
David tenía una excelente relación con Dios y siempre consultaba con él antes de salir a la guerra, pero aún así no se aventuro solo sino que busco apoyo en otros grandes hombres que estaban dispuestos a servirlo. Un gran líder no es alguien que hace las cosas por sí solo, sino alguien que puede inspirar servicio y unidad en los demás. Los siervos de David eran excelentes hombres y fueron muy bien liderados. Si nosotros estamos en una posición de liderazgo en nuestra iglesia no busquemos conquistar la tierra solos sino que formemos un buen equipo para trabajar en conjunto. La mayoría de nosotros quizá no seamos lideres, pero si podemos ser gente de apoyo para nuestros líderes. Los pastores en nuestras iglesias no pueden hacer el trabajo solos, nosotros debemos estar ahí para servirles y darles una mano en lo que necesiten. Miren cuan importantes fueron los hombres valientes en el ejercito de David que lo ayudaron a consolidar su reino, de la misma manera nosotros podemos apoyar a nuestros pastores para consolidar la iglesia y a los nuevos convertidos. Dios no quiere que trabajemos solos, Él no busco un llanero solitario, sino que quiere que aprendamos a trabajar en equipo, como una unidad en armonía. David encontró un buen equipo de trabajo y por eso logro tantos triunfos para su nación. Nosotros debemos seguir su ejemplo.
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