¨Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él.¨ 2 Crónicas 12:1
Israel se dividió durante el reino de Roboam ya que esté no quiso alivianarle la carga a su pueblo como le habían aconsejado sus ancianos, sino que decidió aumentar los impuestos para ganarse el respeto y el temor de toda la gente. Lo único que termino consiguiendo con esto el rey fue causar una guerra civil donde diez tribus se separaron de Judá. Jeroboam se levanto como el rey de Israel y Roboam fue rey en Judá. Todo este inconveniente se pudo haber evitado si el rey le hubiera hecho caso a sus consejeros pero como eran ancianos el rey no los tuvo en cuenta sino que decidió escuchar a los jóvenes que seguramente estaban más actualizados con el mundo contemporáneo. Muchas veces tomamos por sentado la sabiduría de los ancianos y creemos que ellos ya no entienden nada porque el mundo ha cambiado. Subestimamos su experiencia. Por algo ellos han vivido tantos años y llegado a ser ancianos, deberíamos tomar en cuenta sus consejos y admirarlos, pero la mayoría de las veces encontramos sus ideas anticuadas y las ignoramos. Fue lo que sucedió con Roboam que los ignoro completamente y decidió hacerle caso a los más jóvenes, recientes graduados que seguramente estaban más actualizados con lo que sucedía en el mundo. ¡Qué error que cometió Roboam! Si tan solo se le hubiera pegado una pizca de la sabiduría de su padre, le hubiese hecho caso a los ancianos, pero no lo hizo y el reino de Israel se dividió. Es triste cuando cometemos un error sabiendo que ignoramos el consejo acertado.
Ese fue tan solo el primer error de Roboam. El segundo fue peor. Roboam se acerco a Dios durante sus primeros tres años y lo buscó para que lo ayude a fortalecer y consolidar su reino, pero una vez que ya había logrado la estabilidad que necesitaba se olvido de Dios y se aparto de sus caminos. Durante los años que Roboam buscó a Dios fue prosperado. El pueblo gozo de un tiempo de paz donde sus ciudades eran fortalecidas e inclusive varios habitantes de Israel vinieron a Jerusalén a buscar de Dios: ¨acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a Jehová, el Dios de sus padres.¨ (11:17). Dios estaba con Judá y bendecía a su pueblo por lo que el resto de los israelitas venía a buscar su presencia. Lamentablemente solo duro tres años este tiempo de prosperidad y paz porque solo durante esos años Roboam buscó a Jehová. Una vez que su trono ya fue fortalecido y establecido Roboam dejó a Dios seguramente porque ya se sentía seguro y sin necesidad de buscarlo. Después del tercer año comenzó la caída de Judá debido a que su pueblo se apartó de Él. Roboam fue derrotado por el rey egipcio, Sisac, el cual invadió Judá y el resto de sus ciudades y saqueo los tesoros de la casa del rey y del templo. La prosperidad de Judá llego a su fin porque el pueblo había dejado a Dios.
A pesar de la ingratitud de Roboam, Dios es misericordioso y se apiado de su pueblo cuando buscaron su rostro nuevamente en señal de arrepentimiento. ¨Y cuando Roboam se humilló, la ira de Jehová se aparto de él, para no destruirlo del todo; y también en Judá las cosas fueron bien.¨ (12:12). Quizá muchos de nosotros hemos tenido la misma actitud que tuvo Roboam; cuando estamos en problemas buscamos a Dios y pedimos su protección y auxilio, pero cuando recibimos lo que pedimos y encontramos paz en vez de mantenernos agradecidos con nuestro Padre por escuchar nuestras oraciones nos apartamos de él y volvemos a vivir como antes, independientes de Dios. Si Dios ha contestado sus oraciones y bendecido sus vidas no se aparten de Él sino que sigan dependiendo de su gracia y viviendo dependientes de Él porque Su mano es la que nos sostiene en todo tiempo. Si hemos tenido la actitud que tuvo Roboam y nos olvidamos de las cosas grandes que Dios ha hecho por nosotros entonces humillémonos delante de Él antes que sea demasiado tarde, busquemos su rostro y volvamos a vivir bajo Su voluntad porque Él es misericordioso y está dispuesto a levantarnos si lo buscamos. Dios quiere que aprendamos a vivir por fe, dependiendo completamente de Él y su providencia. No importa si las cosas nos estén saliendo bien y mal, mantengámonos en sus manos porque Él está en control de todo y quiere bendecir nuestras vidas. Si has experimentado la bendición de Dios en tu vida, no te apartes de sus caminos sino sigue confiando y dependiendo completamente en Él.
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