Wednesday, December 16, 2015

Cuando las nubes bloquean la majestuosidad de las montañas

¨Alzare mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.¨ Salmos 121:1-2

Hace un tiempo atrás tuve la oportunidad de viajar a Quito y alojarme en un hermoso lugar rodeado por unas montañas majestuosas que simplemente me dejaron maravillado por la grandeza de la creación de Dios. El día pintaba espectacular con un cielo azul que hacía que la belleza de las montañas y su verdor resaltara aún más. Por más que quería tomar foto de dicho paisaje, sentía que las imágenes no le hacían justicia a lo que estaba frente a mis ojos. Comencé a alabar a Dios y agradecerle por su hermosa creación y por el maravilloso cuadro que me había pintado para poder deleitarme en El. Ante tal paisaje no podía quedarme callado y sentía un fuerte deseo de agradecerle a Dios por Su majestuosidad. A pesar de nuestra pequeñez, Él nos ha dado muestras de su infinito amor a través de toda la creación. No podía evitar tampoco ver el desinterés que había en algunas personas que estaban apurados por llegar a sus lugares de trabajo. Por supuesto ellos ya estaban acostumbrados a observar tan bello paisaje así que no podía culparlos. Esas montañas siempre estaban allí y era un paisaje de todos los días para ellos. Esto me llevo a reflexionar ya que muchas veces estamos rodeados por montañas de bendiciones de Dios pero quizá nos hemos acostumbrado a recibirlas en nuestra vida y las damos por sentado. No nos levantamos agradecidos por el maravilloso día que Dios nos ha dado, o porque tenemos salud, o trabajo, o personas que nos aman. Caminamos dando esas cosas por sentadas en nuestras vidas y nos olvidamos de detenernos y admirar las maravillas que Dios ha puesto en nuestras vidas. No dejemos de agradecer y alabar a Dios por las bendiciones que hemos recibido de Él.


Pero el día no termino como había empezado en ese maravilloso lugar. En la tarde el cielo se empezó a oscurecer y de repente vino una neblina muy fuerte que no permitía ver ni una sola montaña. Si alguien se hubiera levantado a esa hora jamás creería que estábamos en un lugar rodeados por majestuosas montañas. Yo sabía que estaban ahí porque las había visto en la mañana, pero ya no se podía apreciar tal espectáculo. Hay ocasiones en que las bendiciones que hemos recibido se comienzan a opacar por problemas. Llegan esas nubes grises a nuestras vidas que nos quieren robar la paz y nos olvidamos de todas las bendiciones por las que estamos rodeados. Nuestra vista se limita a ver solo las nubes grises y nos olvidamos que las montañas están ahí también. Cuando llegan días así, es importante recordar que atrás de esas nubes las hermosas montañas siguen ahí; no importa que no las podamos ver o sentir en ese momento, sino simplemente saber que las bendiciones de Dios siguen estando ahí. Las nubes son pasajeras y pronto se irán, pero las montañas permanecen inamovibles porque asi son las bendiciones de Dios para nuestra vida. Puede ser que nos toque atravesar días grises donde no veamos la bendición de Dios por ningún lado, pero si realmente hemos aprendido a caminar con fe sabemos que están siempre ahí y que las nubes irán desapareciendo para que podamos volver a deleitarnos de las maravillas de Dios. Alcemos nuestros ojos a los montes y recordemos que las bendiciones de Dios siempre están allí. No las demos por sentadas cuando las recibimos, ni tampoco dejemos de verlas cuando llegan las nubes grises a querer bloquear nuestra visión. Sigamos enfocados sabiendo que las montañas están allí. 

Monday, December 14, 2015

Aprendiendo a escuchar y creer las palabras de Jesus.

¨Se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato y le dijeron:—Señor, nos acordamos que aquel mentiroso, estando en vida, dijo: “Después de tres días resucitaré.”  Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos de noche, lo hurten y digan al pueblo: “Resucitó de entre los muertos.” Y será el último engaño peor que el primero.¨ Mateo 27:62-64

A pesar de que los discípulos de Jesús habían caminado junto a el durante estos últimos años y habían escuchado al Maestro decirles en repetidas ocasiones que era necesario que muera y al tercer día resucitar, ellos no habían captado el mensaje ni entendido el plan de Dios. Estaban todos derrotados  por lo que había sucedido. Su Salvador había muerto y todo parecía perdido. Jesús había querido anticiparles Su plan pero ellos no habían captado el mensaje. Estos mismos discípulos que habían visto a Jesús realizar varios milagros como sanar enfermos, alimentar a multitudes, expulsar demonios, calmar tempestades, y resucitar muertos no entendían que había venido a morir por sus pecados y que al tercer día iba a resucitar para ponerle fin al dominio de la muerte sobre sus vidas. Jesús había sido tan claro que hasta los fariseos lo habían escuchado y por ende temían que ahora los discípulos intentarían robar el cuerpo de Jesús. Por supuesto que no creían que Jesús iba a resucitar porque no creían que era el Hijo de Dios, pero a diferencia de los discípulos habían escuchado su declaración.  ¿Sera posible que caminemos cerca de Jesús sin realmente escuchar lo que nos está queriendo decir? Tengamos cuidado que no nos pase lo que le sucedió a los discípulos que aunque escucharon las palabras de Jesús no pudieron comprenderla. Aprendamos a estar atento a Sus promesas y creamos que El cumple todo lo que nos promete. Quizá no entendamos como vaya a cumplir tal promesa debido a las circunstancias en las que nos encontramos, pero tengamos total seguridad de que ese mismo Jesús que opero tantos milagros frente a sus discípulos es el mismo que actúa en nuestras vidas. Estemos atentos a Su Palabra y creámosle cuando nos promete algo. No sea que estemos tan sordos a Su palabra que aun los que no creen terminan oyendo Sus promesas e intentando interrumpir Sus propósitos para nuestra vida.


Algo similar a lo que aconteció tras la muerte de Jesús ya había sucedido durante su nacimiento.  Los estudiosos y principales sacerdotes de la época no habían interpretado ninguna de las señales de que el Mesías había nacido. Tuvieron que llegar reyes magos del lejano Oriente a irrumpir en el palacio de Herodes preguntando por el nuevo rey que había nacido. Por supuesto que esto no le gustó nada al Rey Herodes, el cual mando llamar a los expertos en la materia: los sacerdotes quienes le leyeron todas las profecías del nacimiento de su tan esperado Mesías. Conocían las escrituras y las profecías, pero no habían interpretado las señales y sabiendo que el Mesías iría a nacer en Belén que tan solo estaba a unos pocos kilómetros de distancia de Jerusalén no tenían ni la más mínima idea de su nacimiento. Mientras que los reyes magos que no conocían nada sobre las Escrituras y vivían a miles de kilómetros de distancia habían visto una señal y creyeron que un Rey especial había nacido. En este caso el conocimiento de las escrituras no fue suficiente para que los expertos creyesen. No permitamos que lo mismo suceda en nuestras vidas. Si nosotros decimos que tenemos una relación personal con Jesús y le hemos entregado nuestro corazón entonces aprendamos a escucharlo y creer lo que nos promete.  No sea que todos los demás lo vean y nosotros vivamos ignorando las bendiciones que Dios nos quiere dar. 

Friday, December 11, 2015

La confesion menos esperada

¨Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino.¨ Lucas 23:40

Lucas es el único Evangelio en donde se relata la confesión del criminal que estaba crucificado al lado de Jesús. Mientras uno se unía a las burlas de la multitud y le pedía que demostrara su poder salvándolos de la cruz, el otro entiende el cuadro y sabiendo que está recibiendo su castigo merecido le pide a Jesús que lo recuerde cuando vuelva en su Reino. Este malhechor creyó en Jesús y ante la inminente muerte le pidió salvación. Es una confesión corta pero sincera, y Jesús viendo su corazón le otorgo la salvación. Es irónico porque mientras el otro criminal le pedía a Jesús que los salvara de la cruz, este entendió que había una salvación más importante aún: el de nuestras almas. El sacrificio de Jesús en la cruz fue por nosotros, para nuestra salvación, y por eso sabía que no podía bajarse de la cruz. Lo hizo por nosotros a pesar de las burlas y del abandono de sus discípulos. El conocía cual era la voluntad de Su Padre. Muchas veces nosotros no entendemos los planes de Dios y comenzamos a cuestionarlo pidiéndole que nos salve de la situación en la que estamos. Lo que no nos imaginamos es que Dios tiene planes mayores para nuestra vida y quiere que busquemos su dirección. Nosotros pedimos salvación para el momento, y muchas veces Jesús está obrando para una salvación mucho mayor. Cuanto nos falta para aprender de la actitud de este malhechor que entendió lo que Jesús estaba haciendo en la cruz y confeso su necesidad de salvación. La repuesta de Jesús: ¨De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.¨ ¿Qué fue lo que hizo el malhechor? Simplemente creyó y confeso su necesidad de un Salvador.


Me es inevitable pensar en este cuadro ya que en el momento de su muerte la persona menos pensada es la que entiende lo que estaba haciendo Jesús en la cruz en ese momento. Todos sus discípulos lo habían abandonado. Pedro lo había negado tres veces, Juan lo había seguido hasta la cruz pero intento pasar desapercibido, Judas lo había traicionado, la gente que lo había aclamado como rey hace una semana atrás ahora estaba pidiendo su crucifixión. Los discípulos que habían caminado con Jesús durante su ministerio y visto tantas grandes señales y milagros ahora estaban derrotados. Jesús mismo les había declarado que era necesario que el muera, pero aun así no habían entendido el mensaje. Jesús les había pedido a sus discípulos que se queden orando con él un tiempo ya que estaba angustiado, pero ni una hora duraron sus discípulos y ya estaban dormidos en el huerto. La persona más cercana a Jesús en el momento de su muerte fue la persona menos pensada: un criminal que estaba siendo crucificado junto a Jesús.  Pero fue el único que comprendió en ese momento lo que estaba haciendo ahí. Estaba tomando su lugar. El justo tomando el lugar de los injustos. La confesión del criminal es la misma que Jesús quiere que tomemos nosotros. No importa cuán cerca hemos caminado con el Señor en estos años, Él quiere que reconozcamos que tiene el control de nuestras vidas y que podemos confiar en El durante cualquier prueba que tengamos que enfrentar. No seamos como los discípulos que no entendieron el mensaje y salieron disparados a esconderse. Seamos como este malhechor que reconoció que estaba sufriendo por sus malos actos pero que Jesus era el único que podía ofrecerle salvación eterna. No le pidamos a Dios que se baja de la cruz para salvarnos, sino que simplemente tenga misericordia de nosotros y nos salve para atraernos a Su Reino. 

Friday, November 20, 2015

Intimidad con Papa


¨Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? ¨ Mateo 7:11

No voy a negar que cada día lo extraño más, que me hacen falta sus abrazos que siempre me reconfortaban y me hacían sentir amado, su sonrisa que alegraba cualquier día y que me hacía saber que sin importar cuan difíciles fueran las circunstancias siempre podía recurrir a él para escuchar su consejo, que me hacen falta sus locuras que alegraban cualquier día, su compañía en cada salida, y su mirada sobre mí que siempre inspiraba seguridad. Hoy hace tres meses perdí a mi mejor amigo, mi guerrero, mi consejero, pero sobre todo mi padre. Un padre que lucho cerca de cinco años con su enfermedad y en cuyo proceso nunca renegó de su fe en Dios. Se mantuvo siempre firme con su confianza puesta en Dios la cual nos transmitía a todos sus hijos mucha paz y tranquilidad. El mejor legado que nos dejo fue esa gran lección de vida que nos dio al enseñarnos a disfrutar de una relación íntima con nuestro Padre Celestial. Él no era un padre perfecto, siempre reconoció sus errores y nos enseñó a confiar en el único que sí lo era: Dios. A lo largo de mi vida aprendí a confiar en Dios y disfrutar de una relación con El de Padre-Hijo. Quizá no todos puedan decir que tuvieron una relación buena con sus padres y por lo tanto se les hace difícil ver a Dios como padre, pero Jesús mismo nos recuerda que aun si nuestros padres siendo malos nos han dado el regalo más precioso que es la vida,  cuanto más nos dará Dios que entrego a Su Hijo por nosotros para que podamos disfrutar de una relación íntima con El. Dios está atento a cada una de nuestras necesidades y quiere que nos acerquemos a El con la misma confianza con la que cualquier hijo se acerca a sus padres.


Dios quiere que podamos acercarnos a Él a pedirle un abrazo que nos haga sentir seguros y protegidos, un beso que nos haga sentir amados por El. Dios quiere alegrar nuestros días con Su sonrisa sobre nosotros, Él quiere disfrutar de nuestra compañía en cada salida. Dios quiere que nos sintamos seguros sabiendo que Su mirada esta sobre nosotros así como nuestros padres nos hicieron sentir de pequeños. Tal vez no todos pudieron experimentar esta clase de relación con sus padres. Mi relación con mi padre no siempre fue color de rosas. A los 7 años experimente el abandono de mi padre dejándome a mí , mis dos hermanos, y a mi mama embarazada. Fueron años difíciles en los cuales a pesar de que intentamos mantener el contacto con él, no siempre pudimos disfrutar de una relación cercana. No fue hasta años más tarde cuando mi papa tuvo su encuentro con Dios y donde reconoció su error que hubo un acercamiento más sincero. Pero aun en esos años difíciles pude experimentar una relación íntima con Dios y aprendí a disfrutar de una relación paterna con El. Dios es ese Padre que nunca nos va a fallar ni abandonar y que siempre estará a nuestro lado para levantarnos cuando caemos e inspirarnos confianza y seguridad. Dios restauro la vida de mi padre y me permitió disfrutar muchos años a su lado donde experimente su amor. El legado más grande que me dejo fue el saber que Dios es ese Padre perfecto que quiere que disfrutemos de una relación íntima con El. Si nuestros padres que nos han fallado muchas veces aun siempre están buscando lo mejor para nosotros, cuanto más Dios quien es perfecto quiere darnos lo mejor y bendecirnos en cada área de nuestras vidas. Él es ese Padre amoroso que siempre está atento a nuestras necesidades y quiere que nos acerquemos confiadamente a El. Aprendamos a disfrutar de intimidad con nuestro Padre Celestial.     

Friday, October 30, 2015

Honrando a Nuestros Padres


“Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás por Saúl, habiéndolo yo rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de entre sus hijos me he elegido un rey.” 1 Samuel 16:1

El reinado de Saul había terminado en decepción para Samuel ya que este se había apartado de Dios. El corazón de Samuel estaba destrozado porque el había visto los propósitos que Dios tenía para Saul y los grandes sueños que tenia para su vida. Desafortunadamente Saul escogió seguir su propio camino y hacer las cosas a su manera por lo cual había perdido el favor de Dios sobre su vida. Es en este momento que Dios llama a Samuel a ungir al proximo rey de Israel. Dios había visto el corazón de David, un muchacho joven que vivía para complacer a su padre atendiendo a sus ovejas. David era una persona que honraba a su padre y en estos primeros capítulos de Samuel vemos como siempre estaba sirviendo a su padre atendiendo a sus ovejas o llevándole comida a sus hermanos que estaban en la guerra. Quizá a los ojos de su padre no estaba haciendo nada relevante como sus otros hermanos que estaban sirviendo a su nación. Pero David se tomaba su responsabilidad en serio ya que conocía el corazón de Dios y sabía que habían grandes promesas en el mandamiento de honrar a sus padres. Tal era el descuido de Isaí hacia David que cuando el profeta cito a todos sus hijos, el se olvido de llamarlo a David o prefirió que se quede atendiendo sus ovejas ya que no considero que su presencia fuera necesaria. Cuando Dios le revelo a Samuel que el futuro rey de la nación no estaba presente, le pregunto a Isaí si no tenía algún otro hijo. Ahí recién fue cuando su papa se acordó de el y lo mando llamar. Inclusive en ese momento cuando el gran profeta de la nación venía a visitar su casa, David prefirió honrar a su padre haciendo lo que el había pedido y no reclamo el no poder estar presente ante la visita de esta celebridad. Dios conocía el corazón de David y valoró que este haya escogido honrar a su padre sobre todo. Samuel manda llamar a David diciendo, “Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.” (verso 11). Imagínese el enorme privilegio que debe haber sido el ser citado personalmente por el profeta a pesar que su papa nunca considero su presencia importante. 

En la carta a los Efesios Pablo habla acerca del mandamiento sobre honrar a nuestros padres y como es el único que viene con promesa. El resto son simplemente leyes que Dios nos manda cumplir y obedecer, pero a diferencia de ellas esta trae una bendición adicional: “para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:3). Así como sucedió con David puede ser que nosotros nos sintamos como si nuestros padres están siendo descuidados con nosotros. Aun así Dios nos manda a honrarlos y obedecerlos. En estos tiempos se ha perdido esta honra y cada vez se ven mas niños pasado por encima a sus padres gritándoles y dando ellos las ordenes. Hemos perdido ese respeto por nuestros padres y creemos que es algo del pasado, pero lo que no entendemos es que cuando actuamos de esta manera nos estamos perdiendo de las bendiciones que Dios quiere darnos. Si crees que te han tocado padres difíciles a los cuales se te hace difícil de respetar, recuerda que Dios nos manda a honrarlos y que hay grandes bendiciones en esas promesas. Creo que por el simple hecho de habernos dado vida, nuestros padres merecen todo el respeto que le podamos dar. Quizá no hayan sido los mejores padres, pero aun así somos llamados a honrarlos y cuando lo hacemos Dios promete bendecirnos en todo lo que hagamos y darnos larga vida. La pregunta que debemos hacernos es si estamos realmente honrando a nuestros padres con nuestras vidas y dandole el respeto que se merecen. 

Thursday, October 29, 2015

Construyendo Sobre la Roca

“A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa; pero no cayó, porque estaba cimentada sobre la roca.” Mateo 7:24-25

El mensaje central de lo que significa ser un cristiano nos fue dado por Jesus en el Sermon del Monte. Aquí podemos aprender las lecciones más grandes sobre lo que significa vivir una vida cristiana. No se trata simplemente de cumplir una serie de leyes, sino que va más allá. Se trata de enamorarse de Dios y buscar vivir una vida que le agrade a El y que nos lleve a vivir en paz con nuestro prójimo. Jesus comienza el Sermon con las bienaventuranzas que parecen ser contrarias a la corriente del mundo, luego continua hablando acerca de que somos la sal y la luz del mundo, habla acerca de la ley, la ira, el adulterio, el divorcio, los juramentos, la venganza, habla sobre el amor a los enemigos, la limosna, la oración, el ayuno, las riquezas, la confianza en Dios, el juzgar a los demás, la regla de oro, y sobre los frutos entre muchas otras cosas. Estos tres capítulos resumen el corazón de Dios y como quiere que vivamos nuestra vida. También nos muestra que el amor a Dios va más allá de simplemente cumplir la ley que era lo que los fariseos y escribas parecía que estaban haciendo. Cuando Jesus esta llegando al final de dicho sermon termina con este ejemplo sobre el hombre prudente que edifico su casa sobre la roca. Cuando llego la tormenta nada pudo sacudir su casa porque los cimientos estaban firmes. Jesus dijo que el que pone en practica Sus enseñanzas será semejante a este hombre. Dios quiere que podamos resistir las tormentas que nos vienen a acechar pero para eso es necesario tener cimientes firmes. Jesus nos manda construir sobre la roca, construir sobre Sus preceptos y lo que acaba de enseñar a lo largo de estos tres capítulos.    

Pero cual es la roca sobre la cual construimos nuestras vidas? Para muchos la roca son sus amigos o su familia, para otros es un estilo de vida determinado, y para otros es el dinero. Pero para los cristianos esa roca debe ser Jesus y la confesión de Pedro cuando dijo que Jesus es el hijo de Dios. Cuando Pedro hizo esta declaración Jesus le dijo que sobre esta roca edificaría su iglesia. Jesus debe ser el centro de nuestras vidas y nuestra principal motivación. Si no construimos nuestras vidas en base a esa realidad entonces estamos viviendo como el hombre insensato que edificó su casa sobre la arena. Cuando llego la tormenta esa casa se desmorono enseguida. Muchas veces cuando no hemos edificado sobre una cimiente estable nuestra vida se derrumba fácilmente. Llegan los problemas y no sabemos para que dirección correr debido a que hemos edificado nuestra relación sobre emociones y no sobre la roca firme de que Cristo es el verdadero Hijo de Dios que tiene el control de nuestras vidas. Invitemos a Jesus a reinar sobre nuestras vidas y dejemos que El sea el centro de todo lo que hagamos. Solo así cuando llega la tormenta vamos a poder estar firmes sabiendo que El esta en control. Pero para ello debemos poner en practica sus enseñanzas y vivir como El quiere que vivamos. Es necesario rendirle nuestra voluntad a El y permitir que El sea el que edifique nuestra casa y guíe nuestras vidas. Vivamos una relación y no una religion porque solo así podremos estar firmes cuando lleguen las tormentas.  

Wednesday, October 28, 2015

Cuando negamos al Maestro

“Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.” Mateo 26: 74-75

Cuan difícil que debe haber sido para los discípulos y seguidores de Jesus ver que su Maestro, aquella persona con la que habían compartido los últimos 3 años y experimentado muchas victorias juntos, ahora estaba siendo crucificado. Lo peor es que los discípulos estaban tan sorprendidos que ninguno estuvo ahi a su lado durante ese duro momento. Cada uno se fue por su lado y solo Pedro intento seguirlo de lejos como un agente encubierto. Jesus ya les había advertido esa misma noche que todos lo iban a dejar: “Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas,” (Mateo 26:31) pero Pedro que siempre hablaba mas rápido de lo que pensaba le prometio que, “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.” (verso 33). Pedro estaba tan seguro que jamas iba a abandonar al Maestro que estaba dispuesto a seguirlo hasta el fin, o así pensaba por lo menos. Pero cuando llega el momento de la verdad muchas veces quedamos cortos con nuestras promesas. Nuestro ideal es siempre estar al lado de nuestro maestro sin importar los problemas que vengan, pero cuando llegan los problemas la situación es diferente. Comenzamos a cuestionar el poder de Dios y no entendemos porque no opera de la manera en que esperábamos. Pedro creyó que Jesus iba a hacer un milagro para evitar ser llevado por los soldados romanos, pero no fue el caso. Cuando intento defender a Jesus, fue reprochado. En ese instante todos los discípulos que estaban con el, huyeron, incluido Pedro. Los tres años que habían convivido con su maestro amado habían quedado en el olvido y ahora todo parecía estar perdido.

Me imagino que los tres días después de la muerte de Jesus debieron haber sido los mas largos de sus vidas. Cuantas dudas y cuestionamientos habían invadido la mente de los discípulos? Acaso habían perdido el tiempo siguiendo a este Mesías que había prometido liberarlos? Deben haber sido noches muy tristes y decepcionantes para ellos y al mismo tiempo debieron estar reprochandose el no haber seguido a su maestro. Me imagino que para Pedro debe haber sido aun mas duro sabiendo que había quebrantado su promesa y había negado a la persona que mas amaba. La vida de ellos cambio cuando Jesus resucito y se les apareció a cada uno, pero durante esas tres largas noches me imagino que ninguno pudo haber dormido. Cuantas veces nos ha pasado que sentimos que le hemos fallado a Dios y no encontramos paz debido a alguna mala decision que tomamos? Le habíamos prometido servirlo pero algo sucedió y desviamos nuestra mirada y ahora todo parece perdido. Gracias a Dios hubo una restauración en la vida de Pedro, y Dios lo uso como uno de los principales evangelizadores luego de la resurrección de Cristo. Pero sin lugar a duda le toco vivir una época muy oscura y triste durante esos tres días en que creyó que su maestro se había ido para siempre. No importa cuan bajo hemos caído ni cuantas veces hemos negado a nuestro Salvador con nuestros hechos, Dios quiere restaurarnos y levantarnos para ser instrumentos de su Reino. Quizá estemos atravesando una etapa muy difícil debido a que le hemos dado la espalda a Jesus pero El quiere que volvamos nuestro rostro a El. Jesus no esta muerto, el resucito y nos llama a servirlo. Esos años que has caminado junto al Maestro no han sido en vano, quizá ahora no veas el propósito cumplido en tu vida, pero a su debido tiempo va a llegar y podrás levantarte como Pedro y ver que El siempre tuvo el control.  

Tuesday, October 27, 2015

Cuando Dios no responde de la manera que esperabamos


“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:7

El hijo de Dios, el Mesías prometido, el Cristo, había llegado a este mundo pero no de la manera en que todos lo esperaban. Este niño no nació en un palacio, sino que Dios escogió que su cama fuese un pesebre. Rodeado de animales en un establo, el Rey prometido que tanto esperaban los judíos había llegado pero ninguno se imaginaba que se diese en condición tan humilde. Seguro el Dios de los cielos enviaría a Su hijo a este mundo como el gran Redentor de Su Pueblo. Dios ejecutaría su ira contra los enemigos y levantaría a la nación de Israel una vez más como lo hizo en los tiempos de sus grandes heroes como David y Salomon. Jesus llegaría como el gran rey poderoso que tanto anhelaban, pero a diferencia de lo que esperaban Dios escogió a una virgen desconocida y a un carpintero para que sean los padres de este niño. Dios no pudo haber escogido un lugar más humilde que un pesebre para que el mundo reciba a Su hijo. En que estaba pensando Dios? Por que permitió que Su hijo llegue a este mundo en condiciones tan humildes? Acaso Jesus no era el Mesías prometido que iba a rescatar a su pueblo? Pero he aquí el niño nace en un pesebre y sus únicos testigos son los pastores que estaban cerca. No fue el recibimiento que todos esperábamos. Pero en medio de ese cuadro tan humilde, la gloria del Señor rodeó el lugar y un coro de angeles celestiales comenzaron a dar voces exaltando a Dios. Una vez más Dios actuó de una manera que nadie anticipaba y el que no estaba sensible a Su voz iba a perderse de este gran acontecimiento. 

Me pregunto cuantas veces nos habra pasado que Dios quiso revelarnos su plan para nuestras vidas pero debido a que no estábamos atentos a su voz nos perdimos de ver Sus propósitos cumplidos en nosotros. Muchas veces estamos esperando que Dios actué de determinada manera pero cuando no vemos los resultados que esperamos nos damos por vencidos o creemos que Dios no esta obrando cuando en realidad Dios estaba abriendo otras puertas pero nosotros estábamos concentrados en que iba a actuar de determinada forma. Estamos esperando al gran Mesías que se manifieste con poder y nos libere de nuestros enemigos cuando de repente el mover de Dios es diferente y quiere que lo presenciemos de otra forma. Cristo había venido para salvar al mundo, pero debido a que las expectativas de los escribas en la época era otra, nunca lo reconocieron. No nos perdamos su visitación simplemente porque no llega de la forma en la que lo esperamos. Si aprendemos a estar sensibles y atentos a Su voz vamos a ver su obrar de una manera aún mas gloriosa de la que esperábamos. No nos desanimemos cuando Dios no nos responde de la forma en que estamos esperando y aprendamos a ser sensibles a su mover y a lo que quiere hacer en medio nuestro. No encasillemos a Dios en nuestras mentes pequeñas, sino dejemos que el se expanda y nos enseñe los diseños que tiene para nosotros. Busquemos siempre su presencia y al disfrutar de una relación intima con él vamos a sorprendernos de las diferentes formas en que Dios se mueve alrededor nuestro.    

Monday, October 26, 2015

No te Pierdas la Visitación de Dios


“Cuando Jesús nació, en Belén de Judea, en días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios, preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo.” Mateo 2: 1-2

Aquí en medio de un momento crucial para la historia de la humanidad encontramos una de las ironías mas grandes en la Biblia. El Mesías prometido a los judíos había nacido, pero los grandes teólogos y religiosos de la época no se habían percatado de este hecho. Imagínese el cuadro conmigo, el rey Herodes esta cómodo en su palacio cuando de repente irrumpen en la escena unos hombres muy adinerados en busca del gran rey que había nacido. Ellos vinieron del Oriente, de un largo viaje a encontrarse con el Rey que les había sido anunciado a través de una estrella. Cuando Herodes se entera de la noticia por supuesto que se turbo su corazón porque se sintió amenazado. Para esto ninguno de los religiosos de la época se habían enterado de que el Mesías prometido había nacido. Habían pasado mas de 400 años en los que Dios no se había manifestado a Su pueblo. Y he aquí los que esperaban el anuncio del gran rey eran extranjeros que no conocían la ley judía. Habían venido de cientos de kilómetros de distancia a ver al rey que había nacido en Belen, la cual quedaba a unos pocos kilómetros de Jerusalén (9 kms para ser exactos). Entonces imagínese la sorpresa de Herodes cuando ve que llegan estos hombres preguntando por el rey. Lo primero que hace es reunir a los grandes estudiosos de las escrituras para que le digan donde iba a nacer este supuesto Cristo. Por supuesto que estos religiosos sabían la respuesta: En Belen de Judea, pero a ninguno se le había pasado por la cabeza que este Cristo ya había nacido. Dios no se lo reveló a los grandes estudiosos de las escrituras, sino que lo manifestó a través de su creación, y estos hombres sabios vieron las señales en los cielos a través de una estrella y decidieron venir a rendirle tributo al gran rey.   
   
Los principales sacerdotes y los escribas de la época estaban tan desconectados con la realidad espiritual en su entorno que habían pasado por alto el hecho mas grande de la historia de la humanidad: El Mesías prometido había llegado para salvar a la humanidad. Se podría estar mas desenfocado de lo que ellos estaban? El Cristo que tanto estaban esperando había nacido a tan solo unos kilómetros de distancia pero ellos no se habían enterado. Que cachetazo que debe haber sido el enterarse por medio de hombres del Oriente que este Mesías había nacido. Esta pequeña reflexión me lleva a pensar como esta realmente mi relación con Dios. Estoy tan enfocado en estudiar las escrituras y aprender más de Dios porque es parte de mi rutina que termino perdiéndome de las cosas que Dios quiere ministrar a mi corazón de una manera personal? Podría ser que mi relación con Dios sea como la de estos escribas que simplemente se habían llenado de conocimiento pero se habían olvidado que lo mas importante es cuidar nuestra relación intima con Dios y permitirle a El que nos hable a través de Su Palabra y de su creación. No permitamos que nuestro crecimiento espiritual se convierta en algo rutinario y predecible sino dejemos que Dios nos hable a través de cada situación en nuestra vida y que nos siga sorprendiendo. No seamos como los escribas que estaban ante el momento mas importante de la historia de la humanidad y no se habían dado cuenta que Cristo estaba entre ellos. No dejemos que nuestras vidas se conviertan en una rutina que nos impida experimentar la visita de Dios y las maravillas que quiere hacer en nuestro entorno. No perdamos nunca el enfoque y busquemos siempre Su presencia, y dejemos que El le de sentido a nuestras vidas. 

Friday, October 23, 2015

El Secreto Siempre es el Amor


“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha.” Efesios 5:25-27

No hay ejemplo mas grande de amor que el de Jesus. El se entrego por amor a su iglesia y por eso Pablo usa dicho ejemplo para enseñarnos a nosotros como debemos amar a nuestras esposas. A Jesus no le importó nuestros defectos ni nuestro pasado. El se entrego por completo a nosotros entregando su vida para que podamos volver a disfrutar de una relación intima con nuestro Padre. Muchas veces creemos que tenemos que hacer algo para merecer ese amor, pero Jesus ya hizo todo y solo quiere que imitemos ese amor y que nos amemos unos a otros de la misma manera en que El nos amó. El gran problema de la humanidad es que creemos que debido a nuestro pasado no nos merecemos tal amor y muchas veces cuando nos acercamos a Dios sentimos que no podemos vivir una vida que le agrada y terminamos alejándonos una vez mas ya que sentimos que cada vez que lo intentamos le fallamos. Pero Jesus ya hizo todo por nosotros y solo quiere que aceptemos Su amor y que comencemos a disfrutar de una relación con nuestro Padre que El hizo posible mediante su sacrificio en la cruz por nosotros. El gran impedimento somos nosotros mismos ya que muchas veces sentimos que no podemos ser fieles a ese gran amor que nos ha sido entregado. Entonces la pregunta es, como podemos mantenernos fieles a tan grande amor y entrega por nosotros?

Por nuestros propios medios nunca vamos a poder vivir vidas perfectas que agraden a Dios. El gran problema es que muchas veces enfocamos todas nuestras fuerzas en intentar cumplir Sus mandamientos pero nos quedamos cortos porque hay areas en las cuales somos débiles. Creo que a medida que vamos conociendo de cerca el corazón de Dios y nos vamos enamorando de El, Dios se va perfeccionando en nuestras debilidades. No se trata de intentar con todas nuestras fuerzas agradar a Dios, sino simplemente de mantenernos enfocados en El y dejar que El nos enamore. A medida que vamos entendiendo que Sus planes y Sus propósitos son mas grandes que los nuestros, se nos va haciendo mas fácil someternos a Su voluntad y a Sus mandamientos. Pero el secreto es el amor y por eso Jesus dijo que todas las leyes de Dios se pueden resumir en amar a Dios con todo nuestro corazón y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Es verdad que somos débiles pero a medida que crecemos en nuestra relación con El, El se va fortaleciendo en nuestras vidas y esos pecados en los cuales constantemente caíamos y nos alejaban de Dios ahora son vencidos debido a que pusimos nuestro enfoque en amar a Dios y enamorarnos de cada uno de Sus mandamientos. No se trata de hacerlo con nuestras propias fuerzas, sino de simplemente enamorarnos de cada uno de los atributos de Dios. Entonces si para llegar a vivir vidas santas que agradan a Dios el gran secreto es el amor, por que los demás no sienten ese amor cuando entran a una iglesia? Creo que pasamos mucho tiempo intentando agradar a Dios por nuestros propios medios que dejamos de lado el amor y nos olvidamos que El quiere que todos experimentemos una relación intima con El que este basado en el amor. No nos volvamos como los fariseos que se sentían limpios por fuera porque aparentaban vivir una vida santa pero que su corazón estaba alejado de Dios. Es necesario juzgar menos y amar más si queremos que nuestros hermanos gocen de una relación intima con Dios. 

Thursday, October 22, 2015

Intimidad con el Padre

“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios.” Genesis 5:24

Me parece fascinante el hecho de que en la Biblia no conocemos mucho acerca de quien fue Enoc ni que fue lo que hizo, pero aun así aparece su nombre en varios libros de la Biblia haciendo referencia a que Dios se lo llevo sin que haya gustado la muerte. En el quinto capitulo de Genesis se esta haciendo mención de todos los descendientes de Adan y cuantos años vivió cada uno pero de repente cuando llegamos a Enoc no se menciona que haya muerto sino que simplemente desapareció porque Dios se lo llevó. Hay muchos personajes bíblicos que tuvieron una relación muy cercana con Dios e hicieron muchos milagros y recibieron muchas bendiciones de parte de Dios pero junto a Elias, Enoc fue el único que tuvo dicho privilegio de ser llevado por Dios sin tener que enfrentar la muerte. Me pregunto que clase de relación tuvo que haber tenido Enoc para que Dios se lo llevara a diferencia del resto de nosotros. El énfasis que hace el escritor en medio de la exhausta lista de los descendientes de Adan me llamo la atención porque hace referencia a que Enoc era una persona que caminaba con Dios. Que privilegio tan grande! Seguro que Enoc era una persona que disfrutaba de una relación intima con Dios y que disfrutaba de la comunión con El. En el capitulo 11 de Hebreos vemos que Enoc esta incluida en la lista de los hombres que alcanzaron buen testimonio mediante la fe. El versículo 5 dice, “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuera traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.” Cuantos de nosotros no desearíamos llegar a tener una relación tan intima con el Padre como la tuvo Enoc y que se pueda decir de nosotros que caminamos con Dios? La única manera de agradar a Dios es mediante la fe y por eso la Biblia hace tanto énfasis en estos hombre de fe para que aprendamos a vivir como ellos lo hicieron. 

La palabra que más me llama la atención de este pasaje es “Caminó.” Que hermoso que seria que los demás puedan decir de nosotros que caminábamos con Dios. Creo que uno de los secretos para poder disfrutar de la intimidad con Dios es simplemente enamorarse de El. Muchas veces nos acercamos a Dios porque tenemos necesidades y queremos pedirle algo. Intentamos negociar con Dios diciéndole que si El nos da lo que le pedimos nosotros le entregaremos nuestra vida. En la Biblia Jesus mismo nos manda presentar nuestras peticiones delante de Dios así que no estoy diciendo que esta mal que vayamos a El cuando estamos en necesidad, pero creo que el caminar con Dios implica mucho mas que el acercarnos a el cuando queremos algo. Caminar con Dios es simplemente disfrutar de la compañía del Padre y pasar tiempo con El disfrutando de Su Presencia sin necesariamente querer nada a cambio. Caminar con Dios implica seguir Sus pasos sin importar donde nos esta dirigiendo ya que sabemos que mientras estamos con El estamos seguros. Mi oración para mi propia vida es que pueda llegar a tener una relación así con mi Padre. Simplemente disfrutar de su Presencia y enamorarme cada día mas de El. Quiero seguir Sus pasos y caminar junto a El sin preocuparme donde me esta llevando o cuan largo sea el camino. Enamorarme tanto de Dios que pueda desaparecer en Su presencia todos los días sin querer nada mas. 

Tuesday, October 20, 2015

Deja de mendigar y vé en pos de Jesus!


“Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.” Mateo 10:46

El encuentro entre Jesus y el ciego Bartimeo es uno de los relatos más conocidos de la Biblia. Dice la Palabra que el ciego estaba mendigando junto al camino y cuando escucho que Jesus estaba pasando cerca de donde él estaba comenzó a gritar tratando de llamar la atención de Jesus. Bartimeo posiblemente había escuchado muchas historias acerca de este Jesus que sanaba a los enfermos y no podia dejar pasar su oportunidad de tener su encuentro con él. Bartimeo clamaba por misericordia, pero Jesus seguía caminando mientras que el gritaba cada vez mas fuerte para asegurarse de que Jesus lo iba a escuchar. Jesus luego se detiene y en ves de ir hacia donde esta Bartimeo lo manda llamar. Bartimeo es el que tenia que despojarse de su capa, levantarse e ir a donde estaba Jesus. Cuando llego el ciego ante la presencia de Jesus, él le pregunta que quiere. Quizá a primera vista puede parecer como una pregunta tonta ya que era obvio que este ciego quería ser sanado, pero Jesus espero a que Bartimeo le respondiera la pregunta. Una vez que el mendigo pidió recobrar la vista, Jesus le dijo que su fe lo había salvado y al instante el ciego obtuvo lo que tanto había anhelado. Bartimeo recobró la vista.

Es impresionante las lecciones que podemos aprender en un relato tan corto de lo que Jesus quiere hacer en nuestras vidas. Lo que me llamo más la atención a mí fue el versículo 46 que decía que Bartimeo estaba mendigando junto al camino cuando Jesus estaba pasando cerca. Trasladándolo al plano espiritual podemos identificarnos muchas veces con Bartimeo. Estamos sentados en la iglesia escuchando los testimonios de lo que Dios ha hecho en la vida de los demás y nos contentamos con eso. Pensamos que lindo como Dios transformo la vida de algún hermano, como salvo un matrimonio que estaba destinado a fracasar, como opero un milagro de sanidad en la vida de la persona que se sentó a nuestro lado en la iglesia, etc. Son historias que motivan y alimentan nuestra fe, pero son vivencias de los demás y no las nuestras. En otras palabras estamos simplemente mendigando nuestra fe y viviendo de las experiencias de lo que Dios esta haciendo en los demás, pero seguimos siendo ciegos espirituales. Dios quiere que recobremos la vista y vivamos nuestros propios triunfos y dejemos de alimentarnos siempre de la fe de los demás. El quiere hacer un cambio en nuestras vidas y El es el único que puede ayudarnos a recobrar la vista. No nos conformemos con mendigar junto al camino, sino levantémonos y vayamos en pos de Jesus que quiere que recobremos la vista y podamos disfrutar de una relación personal con El. Mendigando junto al camino no va a impedir que escuchemos anécdotas de lo que Jesus ha hecho en la vida de nuestros hermanos, pero la única manera de poder verlo a Jesus es levantándonos y pidiéndole a el que opere el milagro en nuestra vida. Disfrutemos de una relación personal con Jesus y sigamos caminando con El junto al camino. 

Thursday, September 24, 2015

Es necesario pasar tiempo de comunión con Dios para escuchar Su voz


“Tus oídos oirán detrás de ti una palabra: Este es el camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda.” Isaias 30:21

Muchas veces cuando nos encontramos ante decisiones difíciles que tenemos que tomar se nos hace imposible buscar la dirección de Dios. Hay ocasiones en las que no sentimos Su voz y no sabemos que es lo que quiere que hagamos por mas que lo busquemos. En momentos así nos gustaría que Dios venga con voz audible y nos diga que tenemos que hacer para estar seguros de que estamos tomando una buena decision. Muchas veces por no saber que es lo que Dios espera de nosotros terminamos tomando una mala decision y después pagamos las consecuencias. El problema es que quizá no estamos buscando de Dios de la manera correcta. Nos acercamos a él solo cuando estamos pasando alguna necesidad o porque queremos pedirle algo, pero en realidad no disfrutamos de una comunión diaria con él donde simplemente lo busquemos para conocer Su corazón. El secreto esta en saber oír la voz de Dios, ¿pero como podemos hacerlo si no tenemos una comunión diaria con él? Dios quiere dirigirnos y guiarnos para que hagamos Su voluntad pero para poder discernir Su voz es necesario pasar tiempo en Su presencia.

Hace muchos años atrás, mi padre sufrió un infarto cerebral que afecto el area de su lenguaje. El podia entender todo lo que le decíamos y captaba perfectamente el mensaje pero no podia transmitirlo con palabras lo cual aveces lo frustraba porque no entendíamos que quería decirnos. Los primeros meses fueron extremadamente difíciles ya que no entendíamos las cosas mas sencillas que quería decirnos, pero al pasar los meses junto a él poco a poco se nos fue haciendo mas fácil entenderlo por medio de señas o expresiones. Llego a un punto que ya con solo una mirada o un gesto sabíamos exactamente que era lo que nos estaba pidiendo. Obviamente no fue de un día para otro y nunca nos decía lo que quería con oraciones concretas pero al pasar tiempo con él fuimos aprendiendo a comunicarnos y entender que era lo que pedía: si quería comer algo, tomar un vaso de agua, prender el aire acondicionado, o simplemente salir a pasear. Las personas que no pasaban tiempo a su lado no podían entender que era lo que quería decir y muchas veces nos llamaban para que les ayudemos a entenderlo. Dios me ayudo a entender que en el plano espiritual nuestra relación con Él es muy similar a la que teníamos con mi padre. Dios quiere que pasemos tiempo a su lado para conocer su corazón y cuanto mas intimidad tengamos con Él mas fácil se hace entender cual es Su voluntad para nuestras vidas. Si hemos aprendido a pasar tiempo en comunión con Dios, cuando llegan los momentos en que hay que tomar decisiones difíciles el proceso se hace mucho más fácil ya que hemos aprendido a discernir la voz de Dios para escuchar cual es la dirección que quiere que tomemos. Lo primero que tenemos que hacer para entender los planes que tiene para nosotros es pasar tiempo de calidad con Dios donde aprendamos a discernir su voz. Una vez que ya hemos establecido una relación intima con nuestro Padre se nos hace fácil entender que es lo que nos quiere decir. Dios siempre nos esta hablando, pero es necesario reconocer Su voz para poder escucharla.

Tuesday, September 22, 2015

Levantate y Resplandece!

“Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.” Miqueas 7:8

Hay ocasiones en las que sentimos que le hemos fallado a Dios y no nos sentimos dignos de ser llamados sus hijos. En esos momentos nuestros enemigos siempre están ahi para señalar nuestras fallas y burlarse de nuestras caídas. Y es que Jesus nos recuerda que para eso ha venido el ladrón: para robar, matar, y destruir todo lo que hemos construido. Pero El nos ha prometido vida abundante. Puede ser que nuestros enemigos se estén burlando de nosotros en este mismo momento porque hemos caído, pero ten por seguro que Dios no quiere que permanezcas en esa situación. Dios no esta ahi para señalarnos cuando le fallamos sino para extender Su mano para que nos levantemos. El quiere que disfrutemos de esa vida abundante, pero para ello es necesario levantarnos y no permanecer en el suelo escuchando la burla y risa de nuestros enemigos. En esos momentos difíciles toca silenciar a cualquier voz que nos impida levantarnos y escuchar solamente la de nuestro Salvador, Jesus, que ha venido para recordarnos que el ya pago el precio por nuestro pecado y quiere que nos levantemos. El enemigo quiere que sintamos vergüenza y por eso se empeña en enviarnos a personas que nos recuerden nuestras fallas, pero Jesus nos recuerda que El ya ha silenciado a nuestros enemigos y al único que tenemos que escuchar es a Él quien nos dice una vez mas: Levantate! Es tan sencillo pero a la vez tan fácil de olvidar porque muchas veces le prestamos mas atención a la voz del enemigo que quiere que permanezcamos viviendo en derrota que a la voz de Jesus que quiere que disfrutemos de una vida abundante.

No importa la situación que estemos pasando o la oscuridad que estemos atravesando, la luz de Jesus alumbra cualquier tinieblas, y Él quiere que dejemos que Su luz alumbre en medio de la oscuridad. No dejemos que los problemas nos detengan sino que sigamos caminando confiados de que Jesus va a ir delante de nosotros alumbrando nuestro camino. Jesus no solo nos llama a levantarnos cuando caemos, sino que también nos pide que permitamos que Su luz alumbre la oscuridad por la cual podamos estar atravesando así sea por la enfermedad de algún familiar, una deuda pendiente que no podamos pagar, o por alguna decepción amorosa. Estas situaciones aveces nos desaniman e invaden nuestra vida con tal oscuridad que no nos permite ver ni recordar las promesas de Jesus hacia nosotros. Jesus quiere alumbrar nuestra mente para que recordemos que Él esta en control de cualquier necesidad por la que estemos atravesando y que podamos confiar que Su luz brilla aun mas fuerte durante las tinieblas. Son principios tan simples pero muchas veces nos dejamos llevar por la voz de nuestros enemigos que olvidamos que cuando caemos Jesus quiere que nos levantemos y cuando estemos atravesando un problema que opaca Su luz permitamos que la luz de Jesus brille y nos guíe al refugio seguro. Hay dos cosas que Él nos pide: que nos levantemos y que avancemos aun en medio de las tinieblas porque El nos ilumina. 

Monday, September 21, 2015

Sorbida es la Muerte en Victoria!

“Cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: «Sorbida es la muerte en victoria.»” 1 Corintios 15:54

Aveces y aun entre cristianos mismos manejamos un concepto errado de lo que significa la muerte. Durante el velorio de mi padre muchas de las personas que se me acercaron a dar sus condolencias me decían que Dios nos de resignación. Es una costumbre que se tiene en Ecuador y se que todos lo ofrecían con las mejores intenciones por lo cual simplemente les agradecí por sus palabras. Personalmente la palabra resignación no es una que me gusta usar en mi vocabulario. Para mí tiene una connotación negativa ya que habla de darse por vencido o de aceptar una situación adversa. Por su puesto que estaba aceptando la muerte de mi padre, pero como el hombre cristiano que fue redimido por la sangre de Jesus creo que el sentirse resignado no es exactamente la manera en que tenemos que enfrentar la muerte de un ser querido. El dolor por perderlo esta presente pero al mismo tiempo se experimenta una paz sabiendo que esa persona esta en un mejor lugar y ha cumplido su meta en la tierra. El apóstol Pablo siempre escribía en sus cartas acerca de lo que significaba la muerte para él. Lo veía como una ganancia sabiendo que se reencontraría con Jesus pero mientras estaba vivo decidía vivir para Cristo entregando su vida a su servicio para que los demás conozcan Su amor. Pablo veía la muerte no como algo inevitable a lo cual tenía que resignarse, sino como una meta a la cual quería llegar para reencontrarse con Su Salvador. Cuando vivimos una vida entregada al Señor nuestra muerte se transforma en una victoria gracias al sacrificio de Jesus en la cruz por nosotros. La muerte fue vencida y podemos alegrarnos de que todo nuestro trabajo para el Señor no fue en vano sino que fue recompensada una vez que cruzamos la meta. 

Muchas veces vivimos tan enfocados en nuestra vida aquí en la tierra y en nuestros problemas pasajeros que nos olvidamos de vivir para lo que realmente importa. Dios quiere que comencemos a disfrutar de los tesoros eternos que tiene para nosotros pero para lograrlo debemos despojar nuestra mente de lo temporal. Aveces lamentamos la perdida de un ser querido porque pensamos que tenía tantos años por delante, cuando en realidad comparado con la vida eterna 10,30,50, o 90 años más no hacen mucha diferencia. Nuestra vida aquí es un soplo y más cuando disfrutamos de una relación intensa con Dios que nos permite disfrutarla al máximo porque la mies es tanta que el tiempo aveces nos queda corto para cosechar todo lo que hemos sembrado. Aveces creemos que nos perdemos de muchas cosas si no buscamos satisfacer nuestros deseos y sueños personales, pero en realidad cuando vives una vida entregada a Dios esa satisfacción de estar cumpliendo con el propósito por el cual fuiste llamado no tiene equivalente. Cuando comenzamos a vivir la vida con nuestra mirada puesto en lo eterno entonces entendemos que la muerte no es el fin y no es algo a lo que tengamos que resignarnos, sino que es algo que ya ha sido conquistado por Jesus y podemos verlo como una victoria así como lo vio Pablo. No es cuestión de resignarnos, sino de ansiar poder llegar a ese reencuentro con nuestro Salvador y alegrarnos por aquellos que ya han llegado a la meta y dejaron su legado aquí en la tierra para que sigamos con la labor de ayudar a los demás a recuperar todo lo que el enemigo les ha querido quitar. No te resignas, enfocate en lo eterno!    

Thursday, September 10, 2015

En el Mundo Tendréis Aflicción


“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33

Me he encontrado con muchos cristianos que recién cuando están atravesando una prueba muy dura comienzan a cuestionar a Dios. Cuando pierden a un ser querido, o pierden su empleo, o simplemente ven que las cosas no están funcionando de la manera que ellos querían comienzan a preguntarle a Dios ¿por qué? A mi no me sorprendería esta pregunta si viene de una persona que no ha disfrutado nunca de una relación personal con Dios, pero cuando un cristiano lo dice, me sorprendo porque de verdad pienso como pudimos haber sido tan egoístas. Acaso ¿no han habido otras personas que pierden seres queridos, que pierden sus empleos, o que están pasando un momento de extremo dolor? ¿Por qué no cuestionamos a Dios cuando ellos estaban atravesando alguna dificultad? Acaso porque nosotros estamos bien en nuestro relación con Dios, ¿eso significa que los demás merecen la aflicción que están atravesando? La respuesta es simple, como nunca nos había tocado experimentar un momento así nunca se nos ocurrió cuestionar a Dios. Estábamos tan encerrados en nuestra burbuja y viviendo nuestras vidas que creíamos que Dios nos guardaba de todo mal y que Él estaba ahi para atender a todas nuestras necesidades. Escuchábamos las malas noticias en la television de trágicas muertes o de accidentes mortales pero nunca se nos ocurrió cuestionar a Dios en ese momento porque no nos afectaba a nosotros. Cuan lejos estábamos del corazón de Dios al no sentir compasión alguna por aquellas personas y considerar que nosotros estábamos protegidos por nuestra justificación y fe. Pero cuando la aflicción golpeó nuestra puerta enseguida tornamos nuestro enojo contra Dios y comenzamos a cuestionarlo por no haber obrado de la manera en que esperábamos.  

En el capitulo 16 de Juan nos encontramos con un relato interesante. Los discípulos habían caminado con Jesus por más de un año y habían experimentado muchos milagros y señales pero aún así no entendían el propósito verdadero por el cual había venido Jesus, que era morir en la cruz por los pecados de la humanidad. Jesus les estaba advirtiendo sobre las aflicciones que iban a tener que atravesar por creer en Su nombre, mientras que ellos seguían esperando que Él los librara del yugo del imperio Romano. Estaban listos para coronar al Mesías como su Rey y libertador, pero Dios tenía un plan mucho mas grande para la humanidad. Jesus estaba preparando a sus discípulos para lo que iba a venir sabiendo que en ese momento no lo entenderían pero que más adelante sus promesas resonarían en sus corazones. Jesus sabía que en unas horas sus discípulos se esparcirían y lo abandonarían en el momento de mayor dolor, pero que Su propósito se iba a cumplir en sus vidas más adelante y que Su nombre sería glorificado. Jesus no les prometio liberarlos de la aflicción, sino a confiar en Él, el gran vencedor de la aflicción. 

Muchas veces tenemos nuestra mente tan enfocado en las cosas de este mundo, que nos olvidamos de mirar la vida a través de los ojos de Jesus. Él quiere que comencemos a vivir para Él confiando en Sus promesas y sabiendo que aún en los momentos de mayor dolor podemos estar seguros de que recibiremos de su paz porque Él ha vencido al mundo. Lo eterno siempre va a pesar mas que lo terrenal, pero vivimos como si fuera al revés entonces cuando la vida nos golpea con un fuerte golpe comenzamos a dudar del poder de Dios y cuestionar sus propósitos para nuestra vida. Jesus nos prometió dolor y aflicción, pero también nos anima a seguir confiando porque Él ya ha vencido y se quiere glorificar en nuestras vidas en medio del dolor. Así que la próxima vez que la vida nos golpee, detengámonos antes de preguntarle a Dios ¿Por qué permitió esto? y preguntémosle ¿Para qué? sabiendo que detrás del dolor hay un propósito eterno y una oportunidad más para confiar en la soberanía de Dios.  

Wednesday, September 9, 2015

El Abrazo del Padre


“Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios, pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!»” Romanos 8:14-15

A pesar de que recibimos el consuelo de Dios cuando perdemos a un ser querido y sabemos de que ha pasado a una mejor vida con Jesus, igual experimentamos mucho dolor sabiendo que ya no podremos conversar o sentir el abrazo de esa persona. En mi caso la perdida fue la de mi padre, la persona con la que pase la mayor parte d mi tiempo los últimos cinco años ayudándolo en su rehabilitación. Pude trabajar desde casa así que pasamos mucho tiempo juntos compartiendo en sus terapias físicas, mirando television, y saliendo a pasear. Muchos se preocuparon por mí cuando se enteraron que mi papa había fallecido ya que sabían que era la persona con la que yo mas había compartido en los últimos años. Fueron 5 años en donde pude compartir mucho tiempo con él, conociéndolo mejor que nunca, y disfrutando de su compañía para mirar television, hacer terapias en la piscina, salir al cine, o compartir parrilladas juntos. Fueron cinco años donde pude tener una relación más intima y personal con él y siempre le estaré agradecido a Dios por esos cinco años más que le permitió vivir entre nosotros después de su primer infarto cerebral. Siempre había disfrutado de una buena relación con él pero debido a que siempre estábamos los dos ocupados tampoco llegamos a compartir tanto tiempo juntos como lo hicimos durante los últimos años. Nuestra relación se terminó fortaleciendo mucho más ya que aprendimos a disfrutar nuestro tiempo juntos. Pude exprimirlo durante este tiempo y aprender mucho acerca de su fortaleza y fe. Obviamente debido a que pasamos tanto tiempo juntos su presencia se hace extrañar mucho más ahora, especialmente durante esas actividades que solíamos compartir juntos y ahora ya no lo podemos hacer, pero Dios ha sido bueno y me ha inundado con su amor y consuelo.

Durante este tiempo de dolor y duelo, Dios me ha llevado a disfrutar de una nueva relación con Él. Así como mi relación con mi padre se fortaleció cuando pudimos compartir más tiempo juntos, Dios también quiere disfrutar de una relación intima con sus hijos. El desafío que me ha dado es enseñarme a confiar en Él y dedicarle más tiempo para poder disfrutar de una relación de padre e hijo con Él. Esto requiere que pasemos tiempo en intimidad con Dios, compartiendo tiempo en Su Palabra y en oración aprendiendo a confiar en Sus promesas y en Sus tiempos. Pablo nos recuerda en su carta a los Romanos de que somos llamados hijos de Dios y debido a ello debemos aprender a relacionarnos con Él como nuestro padre. Dios es ese padre que jamas nos va a abandonar y que siempre va a estar a nuestro lado para abrazarnos y animarnos a seguir adelante. El nunca nos falla y nos disciplina porque nos ama y quiere lo mejor para nosotros. El problema es que muchas veces no le permitimos a Dios acercarse a nosotros para disfrutar una relación de padre e hijo. Aveces estamos tan ocupados o pendientes de nuestras tareas aquí en la tierra que no nos detenemos a conversar con nuestro Padre y simplemente abrazarlo y agradecerle por el nuevo día que nos ha dado. Yo jamas hubiera podido disfrutar una relación tan intima con mi papa si no fuera por los últimos cinco años donde pude compartir más tiempo con él, y nuestra relación con Dios es igual: para poder conocerlo mejor es necesario pasar más tiempo en intimidad con Él y disfrutar ese tiempo en ves de verlo como una carga. Dios nos ama tanto que quiere que disfrutemos de nuestra relación con Él como un hijo con su padre, pero muchas veces estamos tan ocupados que no permitimos que esa relación sea una realidad en nuestras vidas. El desafío que Dios me ha dado en este tiempo es poder pasar más tiempo con Él y llegar a disfrutar de Su amor paternal, y Él quiere hacer lo mismo con cada uno de nosotros. 

   

Monday, September 7, 2015

Llamados a predicar en todo tiempo

“Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.” 2 Timoteo 4:5

Después de ver los pequeños avances que papa estaba teniendo al haber sufrido un infarto cerebral a fines del 2010 donde perdió el movimiento del lado derecho del cuerpo y donde perdió la habilidad de comunicarse por el habla, muchas personas se nos acercaron a decir que estaban orando por él y que habían soñado con papa caminando nuevamente y predicando desde el púlpito. Nosotros nunca perdimos la fe y creíamos que Dios podría traer una sanidad completa para la vida de mi padre. Durante los cinco años en los que él lucho por rehabilitarse vimos la mano protectora de Dios sobre su vida. El logró incorporarse y con la ayuda de un bastón comenzó a caminar. Muchas familias fueron bendecidas por su testimonio ya que lo veían siempre alegre y confiado en Dios. Muchos profetizaban que volvería a predicar nuevamente y que sería un testimonio para toda la nación. Nunca dejamos de creer y continuamos luchando por su rehabilitación hasta el día que le toco partir. Papa nunca pudo recuperar el habla, pero que errados que estábamos creyendo que no estaba predicando. A través de la enfermedad él estaba predicando y tocando muchas vidas, incluyendo la nuestra al ver que nunca renegó de Dios y continuó sonriendo y alabando a Dios hasta el final. En momentos tan duros como estos, uno podría cuestionar a Dios y preguntar por qué no cumplió con las promesas que nos había dado, pero ahi fue donde Dios me trajo a la mente la recordada frase que dijo Francisco de Asís, “Prediquen el evangelio en todo tiempo y de ser necesario usen palabras.” Papa estaba predicando todo este tiempo sin que nos diéramos cuenta. Muchas veces pasa que esperamos que Dios obre de una manera, pero lo termina haciendo de otra muy diferente pero más efectiva.

En esta segunda carta de Pablo hacia Timoteo vemos como él exhortaba a su amigo a que continúe predicando y compartiendo el mensaje de salvación con todos aún en medio de las aflicciones. Lo animó a Timoteo a mantenerse fiel a pesar de las circunstancias adversas y de no avergonzarse del evangelio. En el caso de mi papa, su lucha a través de la enfermedad y su fe en Dios fueron las herramientas que Dios le dio para continuar evangelizando a otros que no entendían de donde sacaba tantas fuerzas para seguir sonriendo a pesar de la aflicción. Ademas de ser pastor, él era un evangelista de corazón que llevaba el mensaje del amor de Dios a muchos pueblos a través de campañas. Al sufrir su accidente que lo dejo imposibilitado de hablar, papa no dejo que eso sea un impedimento para compartir su fe y continuó predicando con su ejemplo. Yo creo que a pesar de lo bueno que era predicando con sus palabras parado al lado de un púlpito, llego a tocar más vidas aún con cada uno de sus pasos con la ayuda de su bastón manteniendo siempre su sonrisa y saludando a las personas que lo veían pasar. Ese fue el legado más grande que me dejo como hijo, saber que continuó haciendo obra de evangelista a pesar de su aflicción. Me gustan muchas las palabras de Pablo en el siguiente versículo, “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” y creo que son las mismas palabras que nos hubiera dejado mi padre al momento de partir. El cumplió su tarea y nos ha encomendado la tarea a nosotros ahora.


Wednesday, September 2, 2015

Recibiendo una Corona Incorruptible

“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mi, sino también a todos los que aman su venida.” 1 Corintios 9:25

Unos años después de haber sufrido un infarto cerebral, mi padre fue homenajeado por el canal de television donde trabajó por muchos años como presentador de noticias. A pesar de que los medicos le habían dado un pronostico bastante desalentador, él pudo rehabilitarse y con la ayuda de un bastón caminar dejando así su silla de ruedas. Esa mañana que estuvo invitado al canal, le pusieron una alfombra roja desde el pasillo hasta el estudio con todos sus compañeros de trabajo a los lados recibiéndolo con aplausos y alentándolo a seguir marchando. No me voy a olvidar la cara de emoción que tenía cuando doblo la primera esquina y vio a tantos amigos queridos esperándolo. Después de varios minutos llego al estudio muy emocionado y sonriente. Allí sus compañeros le rindieron un homenaje por sus años de servicio en el canal y por los grandes avances que venía demostrando en su rehabilitación. Nunca me voy a olvidar de esa gran sorpresa que recibió ese día y de la cara que puso al ver tanto cariño en reconocimiento por su labor. Dios me volvió a recordar esa misma imagen un par de años después cuando estaba en el velorio despidiéndolo, y me llevó a pensar cuanto más emocionado estaría mi padre ahora recibiendo las coronas prometidas por Dios en reconocimiento a su labor en esta tierra. Ese fue tan solo uno de los muchos recuerdos reconfortantes que el Señor me dio en ese día, pero quizá el que me llenó de más paz y satisfacción sabiendo que la corona que estaba recibiendo en los cielos era una incorruptible y eterna.    

Decenas de personas se acercaron durante ese día a contar como mi papa salvo sus matrimonios gracias a sus consejos, o que él los había bautizado, o que fue el que les compartió del amor de Jesus. Cientos de personas dejaron mensajes similares en las redes sociales. Fue hermoso ver como Dios lo había usado para ministrar tantas vidas y consolidar tantas familias. Definitivamente las semillas que él había plantado estaban dando sus frutos. El Señor promete en Su Palabra que nuestro labor será recompensado. Colosenses 3:23,24 dice “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.” Si mi padre fue reconocido en vida por su labor periodística en tan lindo homenaje, cuanto más en los cielos por toda su labor como pastor y evangelizador. Pablo escribió en su carta a los Corintios que los cristianos recibirían una corona incorruptible por causa del evangelio. En 2 Timoteo 4:8 también nos recordó que, “Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” El propio Santiago también se refiere a una corona cuando habla sobre vencer las pruebas: “Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman.” E inclusive Pedro lo menciona en su carta: “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” Estas coronas nos han sido prometidas a los que con paciencia corremos la carrera y servimos al Señor. Estas promesas fueron simplemente una de las muchas maneras en que sentí el consuelo y abrazo de Dios en ese día tan difícil. Y una vez más me vino a la mente esa imagen de él sonriendo y recibiendo sus coronas sabiendo que su labor y sacrificios no fueron en vano.  


Tuesday, September 1, 2015

Vida Eterna en Jesus

“Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Juan 6:68-69

Durante el velorio de mi padre me sentí inundado de paz y rodeado del cariño de muchas personas cercanas a mi familia. Después de haber luchado junto a él durante cinco años luego de que un infarto cerebral le había dejado semi-paralizado el lado derecho del cuerpo e imposibilitado del habla, me hubiese imaginado estar destrozado en ese momento ya que venía rehabilitándose muy bien y mostrando grandes avances previo a que sufriera su segundo e inesperado lamentable infarto. Fue un shock para toda la familia, especialmente para los que estábamos con él todo el día celebrando sus progresos y avances. Pero durante esas difíciles horas en que el cuerpo de mi papa estaba siendo velado pude experimentar esa increíble sensación de paz y tranquilidad a pesar del gran dolor que sentía por la perdida de mi padre. Una gran cantidad de versículos venían a mi mente, pero Juan 6:68 era le que resonaba con más fuerza. Al único que podemos recurrir en momentos así es a Jesus porque es el único que nos promete vida eterna y Su promesa se hizo tan real y evidente para mi vida en ese instante. Me llenó de consuelo saber que esto no era un adios sino un hasta pronto y que volveríamos a reencontrarnos cuando Dios lo disponga para volver a reír y conversar juntos. Pero al mismo tiempo me llevo a reflexionar de como sería el pasar por un momento así sin tener esa certeza y confianza de que Dios nos ofrece un regalo tan grande como la vida eterna. Hay muchos que no experimentan esa paz porque no la conocen o no la han vivido realmente. Para muchos la promesa de la vida eterna es tan solo un cuento ficticio o una mentira que nos decimos a nosotros mismos para apaciguar el dolor. Pero para aquellos que hemos experimentado una verdadera relación con Dios sabemos que es una realidad y eso nos llena de consuelo. 

Una situación similar estaban viviendo los discípulos de Jesus cuando experimentaron el milagro de la alimentación de los cinco mil hombres con tan solo cinco panes y dos pescados. Después de esta señal muchos comenzaron a seguir a Jesus y él les reclamo de que solo lo seguían porque fueron saciados de su hambre física. Jesus les recordó que debían buscar alimentarse de Su Palabra que es eterna y no de la comida que perece. Les recordó que él es el pan de vida y que el que a él viene no tendrá hambre jamas. Les dio a conocer la voluntad del Padre, “que todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final.” Muchos no entendieron estas palabras de Jesús porque no creían que él era verdaderamente el Hijo de Dios y no entendían que él había venido a entregar su vida por sus pecados. Cuando comenzó a hablar acerca de que él era el pan de vida y el que no comía de su carne no podía tener vida eterna, muchos lo dejaron de seguir porque creían que estaba loco. Enseguida Jesus miró a sus discípulos y les preguntó si ellos también querían irse, pero Pedro le respondió con estas palabras, “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Pedro creía que Jesus era realmente el Hijo de Dios y entendió que solo él tenía palabras de vida eterna. Aveces el mensaje de Jesus puede parecer duro, así como aveces no podemos entender sus planes y propósitos para nuestras vidas. No entendemos por que permite que sucedan ciertas cosas, pero cuando recordamos que esta vida es solo pasajera y que solo Dios ofrece vida eterna nos aferramos a Él y a Su Palabra y dejamos de cuestionar muchas cosas porque comenzamos a ver todo con ojos espirituales creyendo en la promesa de Jesus, el único que ofrece vida eterna. A medida que buscamos más de él esos cuestionamientos van desapareciendo y nuestras dudas van siendo respondidas por medio de Su Palabra. 


Monday, August 31, 2015

Fortaleciéndonos en Dios en medio del dolor

"Entonces David y la gente que con el estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. Y David se angustio mucho pues todo el pueblo estaba en amargura dé alma, MÁS DAVID SE FORTALECIÓ EN JEHOVÁ SU DIOS.” 1 Samuel 30:4,6

El sufrir una perdida de un ser querido es uno de lo momentos mas dolorosos que nos tocan experimentar en la vida. Este versículo fue clave para mi al enfrentar la trágica muerte de mi padre. Tras haber sobrevivido milagrosamente a un infarto cerebral hace cinco años atrás, el venía recuperándose y haciendo rehabilitación con una fortaleza que solo se la pudo haber dado Dios. Aun seguía haciendo sus terapias y aun no había recuperado el habla, pero se hacía entender siempre con sus gestos y expresiones. Esa fortaleza siempre iba acompañada con una gran sonrisa que irradiaba paz y felicidad a todos los que estábamos cerca de él. El haber estado tan cerca de él en su larga lucha física hace sentir aun mas su ausencia ahora que se nos adelanto y se fue con el Señor. Hay momentos en que me encuentro caminando entre una delgada linea, de un lado una parte de mí parece haberse marchado con él, mientras que del otro una parte suya permanece viva en mi a través de recuerdos y pensamiento. La paz y la tranquilidad que experimentamos como creyentes cuando un ser querido parte se contradice con la tristeza y amargura que enfrentamos al saber que esa persona ya no estará fisicamente entre nosotros. Pero la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento es la que nos llena de consuelo y nos recuerda cada una de las promesas que El nos da como sus hijos. Tenemos la certeza de que papa esta con Dios recibiendo sus coronas, pero al mismo tiempo dolidos porque extrañaremos su sonrisa y abrazos. 

En momentos tan dolorosos como estos uno puede decidir que actitud tomar ante la adversidad. Angustiarse y dejarse vencer por el dolor, o buscar el refugio y consuelo en Dios. Papa siempre encontró gozo y fortaleza en Dios! Siempre con una sonrisa en la cara y el pulgar o el puño hacia arriba! Nos contagio a todos con su paz, amor, alegría, y fuerza! Si él jamas abandono su fe y continuó predicando con su ejemplo de vida, quienes somos nosotros para cuestionar los planes y propósito de Dios? En momentos así solo podemos aferrarnos más a Dios y pedir que El sea nuestra fortaleza como lo fue para David en esos momentos difíciles que tuvo que atravesar. De El viene nuestra fortaleza y consuelo durante estos momentos de angustia, y podemos descansar confiadamente en Sus promesas. El camina con nosotros y nos abraza cubriéndonos con su amor y paz incondicional. Sé que Sus planes y propósitos son más grandes que los nuestros y es en ese momento en que uno se llena de fortaleza y logra sobreponerse a la amargura. Hoy solo me toca agradecerle a Dios el haberme permitido tenerlo junto a mí por 5 años más aprendiendo de su fe, gozo, y fortaleza. Fueron uno de los mas hermosos cinco años de mi vida. Esa misma fortaleza que lo alimentaba a él a ir en pos de la recuperación es la que nos sostiene y fortalece a nosotros en medio del dolor. Cual es la actitud que va a tomar usted en medio del dolor y la angustia?